Castañicultores de Tres Valles: "Si no actuamos ya, corremos el riesgo de que el castaño se convierta en un recurso perdido”

Plantean, para seguir adelante, la recuperación de sotos abandonados, el impulso a la castañicultura ecológica y la apuesta por la transformación de la castaña en origen

25/09/2025
 Actualizado a 25/09/2025
Presentación de la memoria de los 10 años de la asociación de castañicultores. |MAR IGLESIAS
Presentación de la memoria de los 10 años de la asociación de castañicultores. |MAR IGLESIAS

La Asociación de Castañicultores de los Tres Valles, que agrupa a productores de Vega de Valcarce, Balboa, Barjas y Trabadelo, advierte de que la castaña, uno de los motores económicos y culturales del Bierzo Oeste, atraviesa un momento crítico "si no ayudamos al árbol se nos puede morir", en el cumplimiento de su primera década. "Si no actuamos ya, corremos el riesgo de que el castaño se convierta en un recurso perdido”, explicó el presidente de la agrupación, José Luis García Peña al presentar la memoria de su primer década de vida.

El abandono de sotos, la despoblación y las plagas han reducido drásticamente la producción en los últimos años, poniendo en riesgo la continuidad de un cultivo que aporta entre el 5% y el 10% de la riqueza de los valles del Valcarce, incluso el 20% de toda la producción berciana, según aseguró el vicepresidente de la agrupación, José Manuel Trabado.

Los castañicultores señalan que la avispilla y hongos como el Gnoniopsis smithogilviyi han provocado pérdidas de hasta un 70% en campañas recientes, lo que llevó incluso a que muchos productores renunciaran a recoger la cosecha ante la falta de demanda y de precios competitivos. A estos problemas se suma la falta de infraestructuras básicas, como caminos de acceso, zonas de almacenamiento y equipos de selección, que dificultan el trabajo diario.

Entre las necesidades más urgentes, la agrupación reclama la construcción de una nave para almacenar y clasificar el producto, apoyo financiero para desarrollar proyectos de transformación y la dotación de maquinaria como clasificadoras y básculas. También exigen un plan de mantenimiento de caminos y cortafuegos, fundamentales tanto para la recogida como para la prevención de incendios.

Pese a la gravedad de la situación, los productores plantean proyectos de futuro que incluyen la recuperación de sotos abandonados, el impulso a la castañicultura ecológica y la apuesta por la transformación de la castaña en origen, con el objetivo de evitar la venta a granel y generar más empleo en la comarca. La asociación también quiere vincular este recurso a iniciativas turísticas y culturales, como rutas de senderismo, jornadas gastronómicas y magostos.

Los castañicultores subrayan que el castaño no es solo un recurso económico, sino un elemento identitario para la comarca y reclaman un mayor compromiso de las administraciones para garantizar un futuro digno al sector.

10 años de avances

La Asociación de Castañicultores de los Tres Valles presentó su memoria de actividad y, además de alertar sobre las graves dificultades que atraviesa el cultivo del castaño en el Bierzo Oeste, detalló cifras y avances logrados desde su constitución en 2015 para poner en valor el sector y buscar soluciones a medio y largo plazo.

La agrupación, nacida el 3 de octubre de 2015 en Vega de Valcarce y presidida por José Luis García Peña, agrupa a productores de Vega de Valcarce, Balboa, Barjas y Trabadelo. En la asamblea fundacional se eligió una junta directiva que, junto al resto de socios, ha visto crecer el número de asociados de 36 en octubre de 2017 a entre 60 y 70 desde 2021, según refleja la memoria. La Asociación explicó que esta consolidación se debe al mayor reconocimiento social sobre la utilidad de asociarse para afrontar problemas comunes.

La memoria recoge también los resultados de las campañas de recolección que la Asociación ha coordinado. En 2015 se comercializaron 30.000 kilos de castaña y en 2016 la cifra ascendió a 55.000 kilos; en 2018 se alcanzaron 60.000 kilos y en 2019 se registraron 50.000 kilos. Las heladas de abril de 2017 y, posteriormente, la crisis fitosanitaria provocada por la avispilla del castaño y hongos como Gnoniopsis smithogilviyi pusieron en jaque la producción, con campañas muy afectadas en 2020 y 2021 y rendimientos de apenas el 40% y el 30% de lo normal en 2022 y 2023. La memoria indica que 2024 presentó una leve mejoría, aunque la calidad del fruto se vio perjudicada en la segunda parte de la campaña por la aparición del citado hongo.

La Asociación remarca logros conseguidos en estos años. En 2018 se inició el proceso de incorporación de sotos al sistema de agricultura ecológica con un periodo de conversión de tres años, lo que permitió certificar 18 hectáreas pertenecientes a diez propietarios en 2020. Asimismo, la organización apoyó a la Mesa del Castaño en 2017 en una campaña colectiva de siembra de Torymus sinensis para combatir la avispilla, con 738 dosis que permitieron la producción de más de 140.000 ejemplares, financiación y apoyo de la Junta de Castilla y León, la Diputación, los municipios y los propios castañicultores. 

En el capítulo de cooperación, la Asociación enfatiza su coordinación con la Mesa de la Castaña del Bierzo y con la Asociación de Las Médulas para mejorar la comercialización, lo que en campañas pasadas permitió obtener precios un 30-40% superiores al mercado y facilitar la recogida puerta a puerta de los socios. También cita la colaboración con Cesefor e Inbiotec en investigaciones sobre las dolencias que afectan a los sotos.

La memoria concluye con una advertencia: sin inversión, medidas de soporte técnico y un plan integral que combine recuperación de sotos, creación de estructuras de transformación y promoción turística, el riesgo es que la castaña deje de ser un motor económico y cultural para los valles del Valcarce. La asociación pide ahora a administraciones y agentes privados “compromiso y recursos” para que una economía centenaria que ha sostenido familias y paisaje pueda sobrevivir y generar empleo en el medio rural.

Reclaman apoyo institucional para salvar y poner en valor los sotos del Bierzo

El concejal de Medio Rural de Ponferrada, donde se presentó la memoria, Iván Alonso, recordó la importancia de los sotos de castaños del municipio, con enclaves fundamentales como los de Montes de Valdueza, Manzanedo, Santa Lucía y San Clemente, que forman parte del patrimonio natural y cultural del Bierzo.

En la presentación de la memoria de la Asociación de Castañicultores de los Tres Valles, su presidente José Luis García Peña y el vicepresidente José Manuel Trabado hicieron balance de una década de trabajo en la que, aseguran, han cumplido objetivos marcados, pero siguen necesitando “el empuje de agruparse” y más apoyo para dar valor turístico a las rutas diseñadas en torno al castaño.

“Creo que hemos hecho propuestas bien enfocadas y los objetivos se han cumplido, pero necesitamos firmar un convenio de colaboración con las instituciones para que se puedan cuidar y poner en valor esas rutas”, señaló Peña.

El presidente de la agrupación reconoció el esfuerzo de los socios en estos diez años, aunque el periodo no ha sido “muy bueno en producción”. Confía en que este año sea algo mejor, si llegan las lluvias: “A los castaños les cuesta recuperar, esperamos que la lluvia traiga mejoras”. Pero asegura que podrían llegar al millón de kilos si se cuidan los sotos bercianos -en su zona a los 100.000 kilos-, aunque en los últimos años no han llegado a los 30.000 kilos.

Peña insistió en la necesidad de profesionalizar el sector y de garantizar su continuidad: “Nuestros castaños no han ardido, pero pueden arder mañana. Los hemos salvado tres veces, y ha sido muy complejo”. En este sentido, reclamó infraestructuras que permitan llegar a los sotos y recuperar las zonas dañadas tras los incendios: “Para sacar los restos necesitamos ayuda”.

De los 60 socios iniciales, hoy son 35 los que comercializan su producción, lo que, según Peña, pone de relieve la urgencia de sumar apoyos "son pocos y necesitamos ayuda para crecer. Si no es así, los jóvenes no se van a incorporar al sector”.

El colectivo asegura que aporta trazabilidad y calidad al producto, y que su objetivo es contribuir al desarrollo de los pueblos bercianos. “No somos un grano que moleste. Queremos divulgar y estamos dispuestos a reunirnos con quien sea”, remarcó.

Entre las iniciativas más destacadas de la agrupación, Peña recordó la autorización para la compra del Torymus sinensis, el depredador natural contra la avispilla del castaño. “Hicimos un plan que se fue exportando, implicando a las autoridades locales y vecinos para poder hacer esa compra, y desde entonces la colaboración ha continuado”, explicó.

Además, subrayó la presencia de los castañicultores en ferias dentro y fuera de la comarca, lo que les ha permitido dar visibilidad a un producto emblemático del Bierzo.

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