La Asociación de Padres y Madres del colegio de La Borreca ha presentado 4.200 firmas en el Ayuntamiento de Ponferrada, conseguidas en tan solo dos semanas de campaña, solicitando a los vecinos de la ciudad apoyo para conseguir contar con un patio cubierto, un servicio que llevan una década demandando sin obtener la adhesión de las administraciones. La tesorera de la AMPA, Nuria Arias, lamentó el trato recibido en esta entrega por parte del Ayuntamiento, un acto que afrontaban con la esperanza de ser escuchados y que finalmente se convirtió en un compendio de actitudes entre el enfrentamiento y el reproche.
“Nuestro fin no es otro que trasladar un problema que se viene demorando en el tiempo, que es la construcción de un patio cubierto, sin señalar un culpable. Nuestro tono ha sido conciliador y de respeto, respeto que hoy se nos ha negado. En un principio no querían registrarnos las firmas porque era mucho trabajo para la funcionaria del registro. Seguidamente, tras insistir y demandar un derecho que tenemos, nos emplazan a otro lugar para proceder con el registro. Después se niegan a actuar como órgano de registro y tramitación y a enviarnos sendos escritos a la Dirección Provincial de Educación y al órgano competente de la Junta de Castilla y León. Finalmente, como es su deber, terminan accediendo a hacer su trabajo, no sin malas formas”, afirma Arias.
Pero el malestar no se quedó en eso. Seguidamente, los padres y madres de los alumnos intentaron que el alcalde o la responsable municipal de centros escolares les dedicaran unos minutos, “a lo cual no accedieron si no es con cita, pese a encontrarse en el lugar”. Aunque Arias asegura que, en un inicio, se les había indicado que esa reunión sería posible, finalmente no fue así. “La hemos conseguido para el día 22 de enero, con el alcalde, y se le entregará el escrito de petición dirigido al Ayuntamiento de Ponferrada”.
El problema ha sido trasladado al Ayuntamiento, a la Consejería de Educación y también a la Junta, puesto que la AMPA considera que “ya está bien de que nuestros hijos estén cinco horas encerrados en el centro por no contar con un patio que les libre de la lluvia”. Se trata de una infraestructura que, según Arias, corresponde a la Junta, “pero el Ayuntamiento puede pedirla”. Además, reprocha al actual regidor, Marco Morala, que cuando estuvo en la oposición se comprometiera a sacar adelante este tema si llegaba a la Alcaldía, “pero ahora no lo propone a la Junta”.
El colegio cuenta actualmente con 180 alumnos. Muchos de ellos viajan desde los pueblos cercanos al marco urbano para recibir clases y se encuentran con las limitaciones propias de no contar con ese espacio. Arias apunta que tienen más necesidades, “como no tener salón de actos o contar con un gimnasio pequeñísimo. Nos faltan recursos”, asegura. Y el hartazgo crece porque pasa el tiempo sin respuestas. “No necesitamos palabras, necesitamos hechos”, afirma, aunque en esta ocasión reprocha que ni palabras se les ha dado. “Creemos que nuestra reivindicación es cada día más necesaria”, señalaba en un día de lluvia en el que tenía el mal sabor de boca de haber dejado a su hija sabiendo que no iba a tener recreo porque la lluvia había sido persistente.
La AMPA agradece a los ciudadanos su adhesión a la consecución de esta infraestructura con sus firmas, que les ha costado presentar, y reprocha a la administración local que haya rebajado a cero la esperanza con la que esperaban una respuesta.
Así las cosas, ahora la AMPA prepara una manifestación a las puertas del Ayuntamiento para la que no tiene fecha pero que será precedente a la reunión que se ha fijado con el regidor.
