Toda ayuda es poca si de conseguir un ascenso a Segunda División se trata y son muchas las supersticiones y los intentos de espantar el mal augurio que han rodeado el éxito que la Cultural y Deportiva Leonesa consiguió el pasado sábado.
Para muestra un botón y es que en el partido ante el Andorra fueron varias las cabezas de ajo que se vieron en torno a la portería del fondo sur, colocadas por la Peña León Rampante, que viendo que salió bien frente a Nástic y Barakaldo, decidió repetir en el choque del ascenso.
La leyenda del orujo y el ascenso a Primera División del año 55 encuentra ahora continuación en este nuevo ascenso, que tampoco ha estado exento de supersticiones en miembros del cuerpo técnico, jugadores y trabajadores del club, que han sumado cada uno a su manera para lograr devolver a León a la categoría de plata.