La Rioja - Ademar, la contracrónica: 'Pon jodiola... y fue y lo puso'

Ya sé que en estas fechas tan entrañables que los niños no tienen colegio y lo escuchan todo no son días de decir pecados –que nos decían en la catequesis antes de poner las filminas– pero no se si a alguien de los que lean esto se le ocurrirá otra expresión que sea menos pecado para decir lo que ayer nos pasó en el Palacio de los Deportes a los del Ademar:La mía es «Pon jodiola», una frase nuestra de toda la vida.

Estas cosas no requieren mucho ringo-rango para explicarlas. Se cuentan mejor con algunos detalles que, como diría el Padre Martino, me llevan a un todo que es irrefutable.

Cuando jugaban el Barça y el Cangas, dos horas antes de empezar el partido del Ademar, la grada explotaba coreando «Ademar, Ademar». Los periodistas de medios no leoneses que tengo cerca me miran extrañados, les cantó la copla que es la mítica frase de Manolo Cadenas:«Esto es León y somos el Ademar». Esta gente y casi todo el pabellón se emociona. Los tontos no. Los de la Asobal tampoco. (Por cierto, muchos enchufes, de luz, concretamente 24 a mi alrededor, no funcionan, el wifi tampoco).

La mirada de Rafa Guijosa cuando los árbitros ya se iban fue un discurso más largo que cualquiera de los de FidelEse mismo pabellón vuelve a ser una caldera varias veces:«¡¡¡Si se puede!!!», los que no son de aquí miran asombrados, los tontos no, los de la Asobal tampoco (esto segundo sobra, ya iba implícito, pero por si acaso).

Acaba el partido. Rafa Guijosa sale a saludar a los jugadores suyos y rivales. Al regresar los árbitros ya se iban, la mirada que les echa es un discurso más largo que cualquiera de Fidel Castro, creo que después en el vestuario hizo un resumen, pero sólo un resumen, la mirada era mucho más larga. La entendió todo el mundo. Los tontos no. Los de la Asobal tampoco y los árbitros, Raluy y Sabroso ya se habían puesto de culo, para eso sí andan listos.

Tercer instante. Cerca tengo a Isidoro Martínez. Cuando pitan los dos minutos a un ademarista a falta de 20 segundos, con el brazo de pasivo levantado pero invalidado por la exclusión, se lleva las manos a la cabeza, se tira de los pelos. Es que recuerda. Le pasó lo mismo aquí, siendo entrenador, con los mismos árbitros aunque con diferente rival. «Fue injusta la exclusión y se han cargado una prórroga,con esto como una caldera, con tensión... Eso al balonmano le hace mucha falta».

Eso lo entiende cualquiera. Los tontos no. Los de la Asobal tampoco.

Ya sé que el Barça es la de dios, que todo es un sueño, pero ésa es otra historia, igual que personalmente me alivia saber que nos ha apeado un chico malo al que salvó el balonmano de estar con la Pantoja y va camino de triunfar en otro país. Suerte Malmagro.

Y a los de la Asobal. Ya los tontos. Por mi, «pon jodiola».