Una fiesta desde primera hora del día para los dos aficiones, que terminó con rostros felices en los de la Ponferradinay de decepción en los de la Cultural, pero que se saldó sin un solo incidente.
Así fue el derbi, en el que pese a que el partido había sido denominado como de alto riesgo, más allá de los clásicos e inevitables cruces de cánticos ofensivos entre aficionados, la Policía Nacional no registró ni una solo altercado entre las dos hinchadas.
Con los puntos de reunión previos separados, el corteo de la Cultural dio ya un rodeo desde la Plaza de la Encina en la que se encontraba hacia El Toralín para evitar cruzarse con la afición local, y los seguidores culturalistas que habían acudido sin entrada fueron llevados por la Policía todos al mismo bar a seguir el choque por televisión.