
Cuando la Cultural ya saboreaba el ascenso. Cuando los 700 seguidores del Toralín que animaron sin parar e hicieron que parecieran 7.000 ya lo tocaban con los dedos. Cuando los 5.500 que abarrotaron la Plaza de Toros hacían planes para ir a Guzmán. Cuando todos esos culturalistas que nunca dejaron de creer y han sufrido lo indecible durante estos años creían que por fin a la vuelta de la esquina les esperaba una alegría.
Ahí, con un 1-1 en el minuto 94 que con el partido del Andorra ya acabado con derrota suponía matemáticamente que la escuadra culturalista fuera equipo de Segunda División... zas. El mazazo. Un nuevo palo para un equipo acostumbrado a sufrir. Uno que aún hay margen para remediar, pero que puede acabar siendo uno de los más crueles de la centenaria historia de los leoneses.
Porque con la Cultural achicando agua en su área, pero habiendo perdonado a la contra la sentencia, Esquerdo recibía en la frontal del área y se sacaba un zurdazo impresionante que entraba por toda la escuadra de la portería defendida por Bañuz, desatando la locura en El Toralín y llenando de lágrimas las caras de los culturalistas desplazados.
Sí, queda una bala. Y todo sigue en la mano de la Cultural, que salvó el golaveraje, por lo que le valdrá el empate en la última jornada con el Andorra (o que la Ponferradina no gane en Sestao, que se juega la salvación) para ascender a Segunda División, pero ese consuelo que será enorme según avance la semana, no le sirve ahora mismo a nadie cuando lo has tenido tan sumamente cerca.
La Cultural subirá si empata frente al Andorra o si la Deportiva no gana a un Sestao que se juega la salvación
Y es que se puso muy pronto de cara. Desde el minuto 1 hasta el 94 del derbi, la Cultural fue equipo de Segunda División. Porque como en el último derbi en El Toralín, a las primeras de cambio los de Llona se pusieron por delante en el marcador.
En el 3, tras un tiro de Manu Justo dentro del área que despejaba Andrés, al ir a evitar Álvaro Ramón el tiro de Calderón en el rechace, daba el balón hacia el centro y se la dejaba muerta a Chacón, que tres meses después volvía a ver puerta para poner el 0-1.
Era la situación ideal de una Cultural que con un Bicho inconmensurable mandando en el centro del campo y un Satrústegui imperial en la zaga despejando todo, sufría a balón parado o en cada centro desde la banda de Yeray, pero también tenía llegadas para haber ampliado su ventaja.
Chacón, que tuvo un palo con 1-1 y había evitado antes el empate bajo palos, puso el 0-1 después de un rechace
Se acariciaba el empate en otro ‘regalo’ ‘made in Cultural’ en un pase de Guzmán hacia Bañuz que no controlaba y que pasaba rozando el palo; y en un córner que Sibille cabeceaba y Chacón, como frente al Barakaldo, sacaba de cabeza bajo palos cuando ya se colaba.
Pero también la tenían los leoneses, en una acción de Samanes que tras un robo de Presa la pegaba dentro del área pero la mandaba fuera, y en otra de Calderón después de un rechace que pegaba con dureza pero sacaba Andrés.
Sin embargo, el primer gran palo llegó en el descanso. Se tocaba Bicho el abductor desde que estiró la pierna en una acción defensiva y se confirmaba la lesión cuando no aparecía en la segunda parte, debiendo Llona dar entrada al mediocentro del filial Adri Ruiz al estar lesionados Barri y Maestre.
La lesión de Bicho lastró a la Cultural, que tras 20 minutos metida en su área mejoró y un paradón evitó el 0-2 de Pibe
Y eso mató a la Cultural, que perdió el balón y durante un cuarto de hora apenas salió de su área, sucediéndose los córners que despejaba como podía una zaga donde Fornos se unía en cuestión de cabezas vendadas a Satrústegui tras hacerse una brecha.
Pero el rato de agobio pasó sin encajar gol ni necesitar realmente de ninguna parada de Andrés y, especialmente con la salida de Víctor García que ayudó a cerrar la zaga, los de Llona dejaron de sufrir y empezaron a acariciar la sentencia a la contra.
Eso hubiera pasado de no aparecer el mejor portero de la categoría, un Andrés que sacaba una mano increíble a un tiro cruzado de Pibe que ya se colaba junto al palo, en lo que hubiera sido un definitivo 0-2.
Sin embargo, en el 81, justo segundos después de que marcara el 1-2 el Sestao haciendo que valiera el empate para subir, llegaba el empate de la Ponferradina en una falta colgada por Yeray desde la derecha que Bustos remataba de cabeza para poner el empate.
En el 94 Esquerdo recibió en la frontal del área y se sacó un tremendo zapatazo que se colaba por la escuadra
E instantes después llegó otra jugada clave. De esas que por la noche verían una y otra vez en sus cabezas los culturalistas. Porque en una contra Manu Justo habilitaba a Chacón, que controlaba solo dentro del área y sacaba un disparo cruzado que cuando ya se colaba daba en el poste.
Obligaba a sufrir hasta el final y daba opción a ese último mazazo. Uno que sólo el tiempo dirá si se convierte en uno de los más duros de toda la historia de la Cultural o en uno que aplazó una semana las celebraciones. Uno que le dejaba a dos minutos de Segunda.