Corría el minuto 83 en El Plantío y la Cultural y Deportiva Leonesa tocaba fondo en lo que se refiere a la etapa de José Manuel Aira al frente del equipo. Perdiendo 2-0, víctima una vez más de sus groseros errores defensivos que no solventaron el obligado cambio de piezas dadas las bajas que sufría el equipo, la falta de acierto de cara a gol ponía la otra cara a a la explicación de una derrota que no solo sacaba de los puestos de fase de ascenso a los leoneses, sino que les dejaba muy tocados de cara a lo que resta.Sin embargo, el fútbol tiene cosas como el poder cambiar estados de ánimo en apenas 10 minutos y si bien es cierto que lo ocurrido mantiene a la Cultural fuera de la zona de ‘playoff’, el empate que logró el equipo leonés cambia drásticamente el aspecto anímico de una plantilla que parece querer seguir creyendo. Demostró en esa recta final la Cultural la ambición, la fe y sobre todo el acierto que no tuvo en el resto del partido con un nombre destacado por encima del resto como protagonista de esa igualada, el de Hugo Rodríguez.
El extremo gaditano apenas venía teniendo minutos las últimas semanas y en Burgos demostró hambre y condiciones para revertir su situación. Lo hizo metiendo a la Cultural en el partido en su peor momento con una genialidad en forma de falta directa, que anotó por la escuadra llevando a su equipo a creer tras unos minutos en los que pareció quedar noqueado.
El Burgos se adelantaba en su primer tiro a puerta tras un buen inicio de partido de la Cultural, que perdonóA partir de ahí se volcó la Cultural en ataque buscando a la épica el empate en un escenario en el que ya sabía lo que era vivirla, la última hace tres temporadas con un gol de Orodea que servía para darle la vuelta de nuevo a un 2-0. Volvió el fútbol a darle otra oportunidad a la Cultural con un gol sobre la bocina procedente de una jugada que comenzaba tras fallar el local Yaw un tres contra uno que amenazaba con convertirse en el 3-1.
Robó el equipo leonés, realizó rápidamente la transición para que Liberto pusiera un balón sensacional que Hugo Rodríguez solo tuvo que empujar a portería. Un gol que hacía estallar a los más de 200 aficionados leoneses en El Plantío en una buena muestra de lo que significa un punto que puede parecer malo, que a efectos clasificatorios inmediatos no cambia nada, pero que deja a la Cultural en un escenario bien distinto al que hubiera sufrido en caso de encajar una derrota.
Pero ni mucho menos tapa el empate las carencias de un equipo que sigue teniendo que dar un paso adelante en numerosos aspectos si quiere pelear por el objetivo del ascenso, ya no desde un primer puesto que parece inalcanzable, sino por la aún más complicada vía larga de la fase de ascenso. Sin ser un partido ni mucho menos malo de los leoneses, volvieron a hacer gala de ineficacia en ambas áreas para quedar entre la espada y la pared seguramente de manera inmerecida respecto a lo que tenía que ver con el juego.
Firmó 20 buenos primeros minutos la Cultural, que comenzó con mal pieel partido por la lesión en el calentamiento de Eneko Capilla, cuyo puesto en el once lo ocupó Liberto.
Un contratiempo que no pareció notar el equipo leonés de inicio, llevando mucho peligro por la banda derecha de Kawaya y con un par de ocasiones claras que marró precisamente Liberto.
Sin embargo, en una especie de ‘dejá vu’, le sobró al rival culturalista con llegar una vez a la portería de Palatsí para hacer gol. Goti le ganó la espalda a Viti, que regresaba al once, para pisar línea de fondo y permitir que Chevi, llegando desde atrás, batiese a Palatsí ante la indecisión de Pablo Vázquez a la hora de tapar su remate.
La historia de nunca acabar se repetía una vez más y obligaba a la Cultural a remar contracorriente, pasando ya sí a tener de manera total el balón ante un Burgos que ni mucho menos sufría dando un paso atrás y defendiendo en su propio campo, con los balones largos a Cervero y la espera de un contraataque que rematara el partido como únicas esperanzas ofensivas.
No logró inquietar la portería de Saizar la Cultural antes del descanso confiando en que la segunda mitad le diera el acierto ofensivo que le faltó en la primera. Poco a poco se fue volcando en ataque el conjunto de Aira, ya de forma clara tras el primer movimiento en el banquillo del berciano, que sacó del campo a Kawaya y a un señalado Borja San Emeterio para meter a Hugo y a Zelu en su lugar.
Hugo Rodríguez hizo el 2-1 de falta directa y logró el empate aprovechando un gran balón de LibertoParecía cambiar la situación con el cambio, disponiendo Señé de un mano a mano escorado ante el guardameta castellano que repelió el disparo del catalán sin apenas moverse del sitio. Regresaban los fantasmas del pasado a sobrevolar El Plantío y poco después se materializaban en un nuevo desaguisado defensivo que aprovechó el Burgos.
Esperaba esa y no otra el conjunto castellano, la opción de jugar un balón largo entre los centrales para quedarse solo ante Palatsí. Goti fue el protagonista, encontrando esa opción y regateando a la perfección al portero culturalista y marcando a placer el 2-0.
La losa invitaba ya solo a pensar en una épica que pudo ser mayor si Palatsí no salva un mano a mano con el propio Goti. Una épica que Aira buscó sin Señé en el campo. Romagnoli volvía a disponer de minutos con el primer equipo buscando ser otra referencia ofensiva junto a un Aridane que no remató a portería en todo el partido.
Parecía ya todo perdido coincidiendo con los mejores minutos del Burgos entre gritos de «ole» de la grada local cuando Hugo le dio una bola extra a una Cultural que ve el empate de forma positiva sin ocultar el haber estado una vez más contra las cuerdas.
Un punto que debe ser también de inflexión de cara a disputar los últimos 15 en juego. Un todo o nada en el que los regalos no tienen cabida y en el que el pleno no asegura ni siquiera entrar en ‘playoff’. El primer examen, el próximo domingo ante el Salmantino en el Reino y con varios de los habituales ya de vuelta.