La convocatoria de prensa emitida por el Ministerio de Cultura para la visita del ministro Ernest Urtasun este miércoles a León vuelve a poner en el centro del debate público la situación del Teatro Emperador. Urtasun (Sumar) acude a un acto con el alcalde de León, José Antonio Diez (PSOE) y el consejero de Cultura, Gonzalo Santonja (ahora PP tras haber abandonado Vox) para abordar precisamente el futuro del histórico edificio, una cita institucional que se produce después de que desde la Diputación Provincial la Unión del Pueblo Leonés (UPL) haya propuesto al Ministerio de Cultura una permuta de terrenos que permitiría a la provincia recuperar la gestión del Teatro Emperador.
Según ha podido confirmar este periódico, UPL ha planteado la posibilidad de que el Ministerio reciba parte del terreno correspondiente al aparcamiento de Santa Nonia, actualmente objeto de un intenso proceso de deslinde por parte de los servicios técnicos de la Diputación, a cambio de que el Teatro Emperador —una vez que haya sido restaurado— sea cedido a la institución provincial, que lo gestionaría desde el Instituto Leonés de Cultura. La idea, que circulaba de forma interna en ámbitos administrativos desde hace semanas, cobra plena actualidad al coincidir con la presencia del ministro en la ciudad y con el interés explícito de su departamento por definir el futuro del emblemático edificio cultural.
El origen de este escenario se encuentra en la investigación que la Diputación está realizando sobre los límites reales de la parcela sobre la que se levanta la Biblioteca Pública del Estado. La documentación recopilada por distintas vías apunta a que la cesión en propiedad efectuada en su día al Estado incluía únicamente el espacio ocupado por la propia planta del edificio, sin abarcar los casi 700 metros cuadrados de terreno perimetral que rodean sus cuatro fachadas. En este espacio exterior se encuentran instalaciones básicas sin las cuales la Biblioteca no podría mantenerse operativa, como el depósito de gasoil, las rampas de carga y descarga, la entrada de garaje, el generador auxiliar o los conductos de calefacción y evacuación. La reclamación de esa superficie por parte de la Diputación exigiría el cierre inmediato de la Biblioteca, pues todas esas instalaciones carecen de un emplazamiento alternativo y son imprescindibles para su funcionamiento.
Pese a ello, la parcela carece de utilidad práctica para la Diputación, tanto por su fragmentación como por la imposibilidad de construir en ella al no cumplirse las distancias mínimas entre edificaciones. Esta realidad es la que ha servido de base para que la UPL proponga una solución global que permita evitar un conflicto institucional con el Ministerio y, al mismo tiempo, aportar una salida estratégica a una de las principales carencias culturales de la provincia.
La oferta que ha llegado al Ministerio contempla que esos terrenos, cuyo uso independiente resulta inviable, se integren definitivamente en el ámbito de la Biblioteca Pública para garantizar su continuidad. A cambio, la Diputación recibiría el Teatro Emperador, cuya titularidad estatal se ha mantenido en los últimos años pese a carecer de una programación estable. La proximidad física del edificio al Instituto Leonés de Cultura (ILC) convertiría la operación en una oportunidad única para ampliar de forma sustancial sus espacios de trabajo y, sobre todo, para dotar a la provincia de una sala escénica de primer nivel, comparable a la que ya gestionan otras diputaciones como las de Palencia, Zamora o Valladolid.
Fuentes consultadas señalan que la recuperación del teatro permitiría afrontar al mismo tiempo la falta de espacio del ILC, la necesidad de ampliar la Biblioteca Leonesa y la aspiración histórica de crear una programación teatral estable con capacidad de irradiar actividad cultural hacia toda la provincia. El edificio serviría como sede de grupos teatrales locales, tanto profesionales como amateurs, y se baraja incluso un plan para facilitar el acceso del público de zonas rurales mediante traslados organizados, aprovechando la singularidad y el valor patrimonial del propio teatro.
La coincidencia entre la visita del ministro y la propuesta de UPL no es, para algunos actores políticos, casual. La presencia de Urtasun en León, con el Teatro Emperador como uno de los puntos centrales de su agenda, ofrece una oportunidad inédita para desbloquear una situación que lleva años sin resolverse. La UPL considera que la permuta permitiría consolidar el funcionamiento de la Biblioteca, resolver un problema urbanístico complejo y, al mismo tiempo, ofrecer a la provincia un equipamiento cultural que podría transformar su vida escénica durante décadas.
Este periódico ha podido confirmar que la propuesta de UPL ya está en manos de la subdirección de cooperación bibliotecaria del Ministerio. Falta por ver si la reunión entre Urtasun y el alcalde de León marcará un punto de inflexión que permita iniciar una negociación formal, o si la iniciativa deberá seguir madurando entre administraciones. Lo cierto es que, a pocas horas del encuentro, el debate ya está sobre la mesa y León podría encontrarse ante la ocasión más real en años para devolver al Teatro Emperador la vida cultural que siempre representó.