En León, como dice uno de los cánticos más emotivos que se puede escuchar dentro de una iglesia, las madres no se cansan de esperar. La edad a la que las leonesas dan a luz continúa retrasándose, hasta el punto de que en este 2025 tan solo una de cuatro son menores de 30 años.
Aunque el período de máxima fertilidad se sitúa en la veintena, los cambios sociales de las últimas décadas han ido atrasando la edad de maternidad aun a costa de que, biológicamente, el éxito en la fecundación sea menos probable. De este modo, según los datos actualizados este miércoles por el Instituto Nacional de Estadística (INE) al pasado mes de julio, de los 1.194 nacimientos que se han contabilizado en la provincia de León en los siete primeros meses del año solo una cuarta parte han tenido una madre que no ha alcanzado los 30 años: 291 mujeres.
No siempre ha sido así. La dificultad para encontrar una estabilidad laboral y económica, los problemas de conciliación y diversos cambios sociales que condicionan la formación de parejas duraderas han ido retrasando la maternidad en provincias como León. De esta manera, a mediados de los años 80, hace justo cuatro décadas, el porcentaje de veinteañeras sobre el total de mujeres que daban a luz era tres veces mayor.
Todos esos cambios socioeconómicos se fueron consolidando en el tramo final del siglo XX y a comienzos del XXI. De esta manera, se pasó de que tres de cada cuatro madres leonesas fueran veinteañeras a que, en 2005, ya solo lo fuera una de cada tres. El progresivo retraso en la maternidad ha seguido su curso, hasta el punto de que las tasas de mujeres que dan a luz antes de los 30 años son ya inferiores al 25 por ciento.
Así, estas 903 mujeres que superan los 30 y que han sido madres este año en León, hasta julio y según los datos del INE, suponen más del triple de las que han dado a luz antes de esta edad, en el período de máxima fertilidad. Además, son mayoría las que tienen un hijo con más de 35, siendo 527 leonesas en 2025.
De igual forma, cada vez es menos excepcional lo de ser madre con más de 40 años. De hecho, el INE contabiliza a casi 150 mujeres que lo han sido en este 2025 en territorio leonés.
Dos mamás 'cincuentonas'
Igualmente, en León han sido mamás este año 17 mujeres que superan los 45 años. Es más, el INE también apunta a que dos madres de más de 50 años han dado a luz en los últimos meses en la provincia. Una edad para tener un hijo ya más excepcional, aunque en la comunidad autónoma se pueden rastrear otro par de casos en Valladolid, uno en Ávila y otro en Soria.
A nivel nacional, 180 mujeres de más de medio siglo de vida han sido madres. En el caso concreto de León, una lo fue en febrero y otra en marzo.
Unos nacimientos en mínimos
Todo estos retrasos en la edad para ser madre se producen en un contexto de mínimos provinciales en lo que a natalidad se refiere. Los 1.194 bebés que registran las estadísticas oficiales hasta julio suponen las cifras más bajas en León a estas alturas de año. Por ejemplo, comparándose con hace una década, en León se han producido unos 550 nacimientos menos en los siete primeros meses del año.
En todo caso, más allá de esta crisis de la natalidad y de los cambios sociales de los últimos tiempos, el ejemplo de miles y miles de leonesas que han dado a luz a edades avanzadas deja claro que nunca es tarde para ser madre. Además, la presumible mayor estabilidad profesional y madurez personal juegan a favor de esta nueva realidad en las sociedades occidentales.
"Antes de los 30 años es imposible tener estabilidad"
Leticia Alegre es una de las leonesas que han sido madres este 2025. A sus 35 años ha tenido su segundo hijo y, como asegura, cada vez que acude al parque sigue teniendo la sensación de que es de las progenitoras más jóvenes. No le falta razón: tres de cada cuatro mujeres que dan a luz en la provincia de León son mayores de 30 años.
Esta profesora de Santa María del Páramo explica que antes de esa edad «no hay estabilidad» y esto condiciona que, como ella, muchas mujeres retrasen sus intenciones de ser madres. «Desde muy joven he tenido claro que quiero ser madre. Pero empiezas que si ahora te toca comenzar la Universidad, cuatro años, luego un Máster, dos años, luego otro Máster, luego oposiciones... Cuando te quieres dar cuenta tienes 30 años. Antes de los 30 años es imposible tener estabilidad. Yo tengo 35 años y soy del grupo de madres jóvenes», valora Leticia.
Esta madre considera que «por estadística» es de las madres jóvenes y que actualmente «se está retrasando todo mucho» en lo referente a la maternidad. Como tantas otras mujeres en su situación, Leticia apunta a esa falta de estabilidad laboral y económica para no buscar el embarazo hasta después de los 30 años, una edad en la que la fertilidad comienza progresivamente a decaer.
No obstante, como comenta a este periódico, Leticia dijo «me planto» y tomó una decisión que le llevó a tener un hijo en el verano de 2022. «Sabía que era lo que quería y dije: freno la vida, necesito parar. No hay nada más revolucionario que parar, porque parece que ahora solo se busca lo que genera dinero. Yo quería cuidar a mis hijos y fue lo que hice», relata esta docente leonesa sobre la manera en que decidió dar un paso adelante.
Después de «parar unos años», Leticia tuvo un segundo hijo el pasado mes de junio. Actualmente, el permiso de maternidad le posibilita seguir cuidando a su bebé y vivir el momento. «Las 16 o 17 semanas no dan para nada. Cuando tuve al primero fui incapaz de dejar a una persona que depende cien por cien de mí en una guardería. El vínculo que tienes con tus hijos es una vez, o dos, en la vida. Me parece una locura dejarlo en una guardería e irte al trabajo. No lo veo», opina esta madre.
Esta paramesa asegura que cuando nació su primer hijo todos preguntaban por cómo se había animado «tan joven» a ser madre. Leticia respondía, sin perder el buen humor, que ya no lo era tanto. De hecho, más allá de los condicionantes socioeconómicos, esta es otra de las claves del retraso en la edad de maternidad: la visión que socialmente se tiene de cada una de las etapas de la vida y que ayuda al hecho de que tres de cada cuatro leonesas que dan a luz sean mayores de 30 años.
