Uno de cada cuatro partos atendidos en los hospitales de la provincia de León el pasado año 2024 terminó en una cesárea. En concreto, fueron el 23,3% de los 1.492 partos registrados en el Hospital de León y el 29,2%de los 468 en el Hospital del Bierzo fueron por esta vía quirúrgica, según los datos publicados por la Consejería de Sanidad que recoge Ical.
La media autonómica se sitúa en un 25,15% en el total de 11.532 partos registrados en la red asistencial pública, reflejando una evolución histórica con tendencia irregular. Mientras que entre 2007 y 2018 la tasa de cesáreas descendió progresivamente del 27,1 al 21,5 por ciento, en los últimos años el porcentaje volvió a subir, situándose por encima del 25 por ciento desde 2022. El dato de 2024, aunque aún elevado, supone una ligera corrección respecto al 25,36 por ciento del ejercicio anterior.
En términos absolutos, Castilla y León contabilizó 11.532 partos y 11.624 nacimientos vivos durante el año, lo que supone una media diaria de 31,6 partos en toda la Comunidad, según recoge el epígrafe de actividad obstétrica del informe de actividad asistencial en Atención Hospitalaria. En León se atienden una media de 4,1 partos al día, mientras que en El Bierzo al cifra se reduce a 1,2.
Por encima de la tasa recomendada
La Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda que la tasa de cesáreas se sitúe entre el 10 y el 15 por ciento, al considerar que cifras superiores no necesariamente implican una mejora en la atención obstétrica o en los resultados perinatales. También el Ministerio de Sanidad, a través de su Estrategia de Atención al Parto Normal, aboga desde hace años por reducir el número de cesáreas innecesarias e impulsar los partos vaginales seguros. En este contexto, las cifras leonesas y autonómicas en 2024, aunque estable, se mantiene por encima de los estándares recomendados.
Este tipo de intervenciones son imprescindibles en determinados casos y deben estar respaldadas por criterios clínicos sólidos. La tendencia nacional e internacional apunta a contener el uso de la cesárea cuando no sea médicamente necesario, a través de la mejora de la atención al parto, formación continuada, y protocolos unificados de actuación.