"Sin avances" para buscar una alternativa viable para el cierre de la Azucarera de La Bañeza

El secretario general UGT en Castilla y León, Óscar Lobo, asegura que "empujaremos para que no se deje en el olvido y se busque una solución industrial para que no quede condenada”

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19/11/2025
 Actualizado a 19/11/2025
Vista de la Azucarera de La Bañeza. | FERNANDO OTERO
Vista de la Azucarera de La Bañeza. | FERNANDO OTERO

El secretario general UGT en Castilla y León, Óscar Lobo, admitió este miércoles que “no hay avances significativos” en el marco de las reuniones que se mantiene en el seno de la Fundación Anclaje sobre la continuidad de la planta de la Azucarera de La Bañeza, después del anuncio de cierre de la británica AB Azucarera, pero afirmó: “Empujaremos para que no se deje en el olvido y se busque una solución industrial para que no quede condenada”, espetó, en declaraciones recogidas por Ical.

Lobo lamentó que no se hayan presentado propuestas y proyectos sobre la mesa, pero fue optimista y entendió que “tiene que haberlos, porque la comarca tiene que tener un proyecto industrial alternativo, porque forma parte de una defensa integral del sector”. “No hay sitio para la resignación. Hay mucha gente esperando soluciones”, manifestó.

Reclaman que se apueste por el sector remolachero

En se sentido, la Unión General de Trabajadores (UGT) advirtió que o “se trabaja de forma inmediata y conjunta” por el sector azucarero o “habrá que lamentar” más cierres de molturadoras de remolacha que se sumen al reciente de La Bañeza, y pus oel foco, concretamente, en la planta de Toro (Zamora), la única que posee en la Comunidad actualmente AB Azucarera.

Así lo trasladaron el secretario general UGT en Castilla y León, Óscar Lobo, y la secretaria general de UGT FICACyL, Sandra Vega, quienes anunciaron un plan para “aunar” los intereses de los trabajadores de la industria y de los agricultores, junto a la Administración autonómica, nacional y comunitaria, los sindicatos más representativos del sector y las organizaciones profesionales agrarias para “garantizar” la continuidad del cultivo de la remolacha en la Comunidad, con siembras que “sean atractivas” y puedan contribuir a mantener el tejido productivo de un sector que es estratégico.

En esta idea, reivindicó que “se trabaje ya con anticipación”, motivo por el que este mismo miércoles han remitido una carta a la consejera de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, María González Corral, para que “de forma inmediata se cree un ámbito de trabajo en común y no estar sujetos a los vaivenes de los mercados y las contingencias que llegan de Europa”. “Necesitamos que en Castilla y León se defienda este sector tan importante”, incidió.

En los últimos 25 años se han perdido más de 2.000 empleos directos en Castilla y León en la industria remolachera, desde que comenzaron los cierres de las plantas de Veguellina de Órbigo y Venta de Baños (Palencia), a los que se suman los 193 con la última reestructuración y cierre en la localidad leonesa, según explicó Vega. El drama es mayor, si cabe, con alrededor de 20.000 indirectos perdidos, dado que estudios de la Unión Europea constatan que por cada puesto de trabajo directo se generan diez indirectos entre la industria química, la logística o el transporte, entre otros.

Una situación que ha empeorado este año, también con el cese de molturación de las plantas de Miranda de Ebro y Jerez de la Frontera, únicamente destinadas al proceso final del refinado, procedente en muchas ocasiones de la caña de azúcar exterior. En la UE se han producido cierres desde 2017, “justo cuando se produjo la eliminación de las cuotas”.

Óscar Lobo recordó que la Comunidad “juega papel fundamental en la agroalimentación”, y sostuvo que en una campaña de remolacha que apunta “buenas expectativas”, el mensaje es “no dormirse en los laureles”. “Se ha perdido tejido productivo, que golpea doblemente cuando afecta al medio rural. El sector ha perdido fuelle y no hay mejor manera de garantizar presente y futuro del medio rural que apostando por la industria”, indicó.

Actualmente se contabilizan 1.100 trabajadores directos en las plantas, con 11.000 indirectos, con lo que la “importancia es doble al ser un sector que no opera de manera aislada, sino en cadena”. “Nos preocupa el presente y el futuro de las plantas. Pero no podemos hacerlo solos. El objetivo es unir la labor de los agricultores, favorecer la producción de remolacha en todas las provincias, principalmente en León y Zamora. Hay que garantizar el cultivo. Nos tenemos que volcar en ello, porque si no se cultiva, las plantas están condenadas al cierre y todo lo que conlleva que estas zonas queden absolutamente deprimidas”, advirtió.

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