Entre las decenas y decenas de entrevistas a las que el leonés Sergio Boixo se ha tenido que enfrentar como director científico de computación cuántica de Google, ninguna se había realizado con él sentado en un escaño de madera. Tampoco al lado de una cocina bilbaína y de incontables objetos que han sobrevivido al paso del tiempo. Toda una paradoja en alguien que se sitúa en élite tecnológica mundial y que recibe a La Nueva Crónica en Vegas del Condado, su pueblo, para compartir los recuerdos vividos en sus calles y acercar su visión de la provincia de León desde el otro lado del charco, desde su residencia y su trabajo en Los Ángeles.
-¿Qué siente al volver a Vegas del Condado y qué es lo que más echa de menos de la provincia? ¿Visita todos los años León?
Lo que más echo de menos de la provincia es la familia. La familia de bien madre, los Castrillo, que es una familia muy extensa y muy unida. Es algo muy leonés y es algo que en Estados Unidos no tenemos. A mis niños, que van teniendo una edad, les encanta estar con sus primos. Luego también está el León monumental, paseando por León que sientes el peso de la historia. Es un patrimonio que en Estados Unidos tampoco hay, no existen edificios de más de 1.000 años de antigüedad y con la historia que tiene León. En Vegas, también con todo lo de mis abuelos. De mis abuelos paternos, en este caso.
-Don Gregorio y doña Pilar, muy conocidos en la comarca… ¿Cómo los definirías? ¿Qué recuerdas de ellos?
Mi abuelo paterno era veterinario, una persona muy entregada a la comarca y a su gente. Todos los días trabajaba de sol a sol como veterinario, yendo a todos los pueblos y le encantaba vivir con su gente. Era un pionero en la veterinaria, con la inseminación artificial y mejorando la ganadería. Eso es lo que le daba la vida. Estar con la gente y trabajar por mejorar las condiciones de León y de esta zona. Mi abuela paterna, Pilar, era química. Una mujer muy inteligente y con la que comencé a estudiar, aquí en Vegas. Me explicaba Química, pero sobre todo recuerdo su humanidad. Era una persona con mucha humanidad que trataba siempre con todo el mundo sin importarle nada y hacía siempre lo que ella consideraba correcto, sin importarle las convenciones sociales. En todo momento, lo que pensaba que tenía que hacer lo hacía y las convenciones sociales eran un poco secundarias.
-¿Cómo ve a León desde fuera y cómo debería especializarse León para mejorar su situación?
León lleva un tiempo ya apostando por la Informática, con la facultad. También con el Centro de Supercomputación, el Instituto Nacional de Ciberseguridad… Está atrayendo ya industria privada y es un área por el que León puede seguir ya apostando y, por ejemplo, ahora con la inteligencia artificial se está contribuyendo a democratizar la informática. Es una apuesta que León lleva tiempo haciendo y me parece que es una apuesta que sigue teniendo futuro. También el patrimonio histórico que tiene León, que es único en el mundo, y la proximidad que tiene al Camino de Santiago. Eso también se puede juntar con la informática y León tiene que acoger a los nómadas digitales, que cada vez hay más con el teletrabajo. Con la tradición que hay aquí del Camino de Santiago, de peregrinos, la acogida de la gente con la cultura y el patrimonio histórico y gastronómico, es algo que puede aprovechar León y acoger a estos nómadas digitales que van viniendo.