Con Renfe anunciando inversiones en el taller de material remolcado que tiene en la calle Gómez de Salazar de León, cabe preguntarse por el futuro del de material motor, que se ubica en el barrio de La Sal, ya en el término municipal de San Andrés del Rabanedo. Su traslado es clave para acometer tanto el proyecto de integración ferroviaria que ahora sobre la mesa como un hipotético soterramiento, tal y como se reivindica desde la plataforma vecinal que protesta cada viernes en el puente del Lidl en Trobajo del Camino.
En este sentido, el PP de San Andrés del Rabanedo se unió este lunes de nuevo a esta reivindicación pese a que su partido estaba en el Gobierno de España cuando el Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif) recortó el proyecto del soterramiento para ceñirlo únicamente a León y pese a que fue entonces también cuando se diseñaron unas medidas de permeabilidad que se vieron mejoradas con el proyecto que ahora mismo estaría sobre la mesa y entre las que se incluía la pasarela peatonal de color azul que ahora nadie quiere y que a priori se trasladaría para unir la calle Orozco y el camino de La Raya.
En todo caso, los ‘populares’ arremeten contra el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, y «sus previsiones de dejar abandonado al tercer municipio de la provincia, ante el silencio de todos los dirigentes socialistas tanto de San Andrés del Rabanedo como de León y de la comunidad pese a que dejarán al tercer municipio de la provincia sin ninguna oportunidad para su desarrollo al seguir coartando su crecimiento con las vías del tren». «Es alucinante escuchar que el soterramiento sólo se hará en casos necesarios y nos preguntamos cuáles son a juicio de Oscar Puente. Las soluciones amables y eficaces de las que habla el ministro socialista no pasan por crear una montaña en el centro de Trobajo del Camino o por anclar las vidas diarias de los vecinos en un paso subterráneo que se hará para toda la vida», argumentó este lunes la portavoz del PP en San Andrés del Rabanedo, Noelia Álvarez.
En cualquier caso, al margen de la trifulca política, el proyecto de integración ferroviaria que ahora mismo está sobre la mesa mejora aquellas medidas de permeabilidad diseñadas en el año 2018 y supondría en primer lugar la construcción de un paso inferior en la zona de la actual pasarela azul para que vehículos y peatones sigan en línea recta desde Párroco Pablo Díez hacia las inmediaciones de la planta de Miguélez. Los peatones contarían con un espacio de cinco metros de anchura que incluye un carril bici, mientras que el tráfico rodado dispondría de un carril de 3,5 metros por cada sentido de circulación.
La propuesta se completa con el cubrimiento de vías mediante una trinchera sin rebajar la cota de la vía en unos 400 metros entre la Párroco Pablo Díez y la calle Voluntario Ángel Soto. Se trataría del tramo que va desde el actual paso superior en curva hasta superar la pasarela peatonal que conecta las calles Limonar de Cuba y Antonio Colinas.
Desde Adif destacaron al presentar el proyecto que esta solución promovería espacios públicos ajardinados, paseos peatonales y para ciclistas y zonas verdes para la cohesión y la permeabilidad transversal en el entorno. En este sentido, se acometería la separación de los itinerarios peatonales y ciclistas del edificio de viviendas adyacente a la curva de Párroco Pablo Díez y se crea una barrera vegetal de separación con el Lidl. Otra de las actuaciones serviría para dar continuidad al parque Juan Pedro Aparicio. En el lado este (parque), se construirían nuevos taludes y se promoverían nuevos puntos de conexión peatonal y permeabilidad hacia el lado oeste. En el lado oeste, se ubicarían nuevas escaleras y muros vegetales hacia la calle Limonar de Cuba.
Mientras, habría dos nuevos itinerarios de permeabilidad peatonal en Voluntario Ángel Soto con ascensores a ambos lados de las vías, escaleras en el extremo norte y rampas peatonales.
Fuera ya del planteamiento inicial, Adif no descarta abordar en el futuro el cubrimiento de la línea ferroviaria en el barrio de La Sal mediante una trinchera sin rebajar la cota de la vía, lo que permitiría el desarrollo urbanístico en la zona de los talleres de Renfe si es que algún día se materializa su prometido traslado a Torneros. Por eso, tanto para este proyecto como para abordar un hipotético y poco probable soterramiento, sería clave dicho traslado.