Castilla y León cierra el mes de agosto con tres incendios de Índice de Gravedad Forestal (IGR) 1 y otros dos activos en nivel 0, lo que convierte a este domingo en el primer día libre de grandes fuegos, tras 25 jornadas en las que se han calcinado miles de hectáreas. Según la herramienta Inforcyl, de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, ya no queda ningún incendio en nivel 2, tras la mejoría constatada este sábado en el de Fasgar, que permitió al Cecopi su reducción y la posterior disolución de estos organismos que han coordinado la respuesta a la crisis, tanto a nivel autonómico como en la provincia de León.
Junto a este y su segundo foco en Colinas del Campo de Martín Moro Toledano, se encuentran en nivel IGR 1 los de Barniedo de la Reina–Cardaño de Arriba, en la Cordillera Cantábrica, y que afectó a León y Palencia, y el de Porto–La Baña, que se originó en la zona de Sanabria, entre Zamora y León. Además, sigue activo, en nivel 0, el fuego de San Pedro de Cansoles (Palencia), prolongación de un primer fuego declarado en Canalejas, en el término municipal de Almanza, y que afectó también a la zona de Riocamba. En San Pedro, las llamas calcinaron varias viviendas. En nivel 0 se encuentra también un fuego declarado esta madrugada en Sahelices del Payuelo, en el que trabajan a estas horas dos agentes medioambientales, tres cuadrillas terrestres y dos autobombas. Además, hay otros 17 fuegos que ya están controlados.
Todavía existe riesgo
A pesar de las precipitaciones débiles en la zona noroeste y la bajada de temperaturas, con máximas este domingo que se situaron entre los 20 y los 25 grados centígrados, Castilla y León cuenta todavía con riesgo «muy alto-extremo» de incendios en gran parte de la comunidad autónoma. Algo que se debe principalmente a los vientos moderados de 20 kilómetros por hora que podrían alcanzar rachas entre 35 y 45 kilómetros por hora.
De esta manera, León entra en el mes de septiembre dando por superado lo peor de un agosto marcado como nunca antes por los incendios forestales. El balance de superficie quemada apunta a más de 100.000 hectáreas calcinadas en territorio leonés y a algunos fuegos que ya se encuentran entre los más devastadores de España en lo que va de siglo.