Las cinco de la mañana. Medio centenar de personas esperaban en la localidad leonesa de Puente Villarente a dos de las decenas de autobuses que ayer pusieron rumbo a Madrid para participar en la última etapa de la Marcha Blanca por el sector lácteo. Madrugón, pero dicen que ‘sarna con gusto no pica’ y ayer merecía la pena el esfuerzo. ¿El objetivo? Hacerse notar en Madrid. Que el país entero conozca la grave crisis por la que atraviesa el sector y que las soluciones lleguen antes de que sea demasiado tarde para algunas explotaciones.
En el largo camino de León a Madrid el tema de conversación no era otro. Unos ganaderos hablaban con otros de sus situaciones personales o la de sus cooperativas. Si los costes de producción se sitúan a partir de los 34 céntimos de euro, algunos cobran cada litro de leche a 20, otros a 25, otros a 27… Hasta los que la cobran a 31 se sienten «unos afortunados» pese a trabajar perdiendo dinero.
Llegada a Madrid. Las 10 de la mañana. En el Puente de los Franceses empezaba a acumularse gran cantidad de gente. De León, de otros puntos de la comunidad, de Asturias, de Cantabria, de Aragón, de Madrid, de Andalucía… Ganaderos con situaciones muy diferentes pero con un solo objetivo: luchar por la supervivencia del sector, lo que pasa por una subida urgente de los precios por litro de leche para que dejen de originarse pérdidas.
Entre las más de 2.000 personas faltaba gente. En una cuadra no está permitido parar, ni un solo día. Entre las más de 2.000 personas faltaba gente. En una cuadra no está permitido parar, ni un solo día. Por eso, algunos ganaderos no pudieron emprender viaje y otras familias tuvieron que dividirse para poder asistir a la jornada más importante de reivindicación en la historia del sector lácteo.
En el recorrido hasta el Ministerio de Agricultura (en Atocha), poco a poco, la marea blanca iba creciendo y recibiendo múltiples apoyos. Entre los manifestantes, mucha gente joven. Esa que espera un relevo generacional de negocios familiares que ahora ven de lejos y que hacen más fuerte el lema que ha presidido los diez días de marcha: ‘Nuestro futuro es la leche’. "Nuestra explotación es de segunda generación pero no va a haber opción a una tercera si las cosas siguen así", temía Adoración Martín, una ganadera que criticaba "los parches" de Agricultura ante la crisis del sector. "La situación es insostenible y si sigue así… ¿qué?, no podemos resistir mucho más", temía Pablo González, propietario de una explotación en Mayorga. En los últimos dos meses no han superado los 25 céntimos por litro de leche.
"Nuestra explotación es de segunda generación pero no va a haber opción a una tercera si las cosas siguen así", temía Adoración Martín"Que quede claro que no queremos limosnas, queremos vivir de nuestro trabajo", reclamó el coordinador de la UCCL, Jesús Manuel González Palacín, aplaudido por el resto de manifestantes que se concentraban a la puerta del Ministerio de Agricultura.
Pese a la agonía del sector, los ganaderos desprendieron esperanza en Madrid. Y prometieron seguir luchando si esto no cambia. Tras la intervención de los representantes de sindicatos agrarios, que explicaron a los manifestantes la reunión que habían celebrado en el Ministerio a la que, finalmente, acudió Isabel García Tejerina. La lluvia disolvió con más urgencia de la prevista la manifestación. Tocaba volver a León y realizar el segundo ordeño del día, aunque no haya beneficio.
"No queremos limosnas ni parches, queremos vivir de nuestro trabajo"
Ganaderos, familiares y cientos de personas cercanas al sector lácteo gritaron al unísono en Madrid por unos precios justos para la leche
05/09/2015
Actualizado a
19/09/2019
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