El eco de los puntuales aplausos de las ocho de la tarde que en la primavera de 2020 se daban desde los balcones ya es del todo inaudible. En diciembre de 2025, después de años de denuncias por el desmantelamiento de la sanidad pública, los médicos leoneses han dicho basta ante la propuesta del Estatuto Marco del Ministerio de Sanidad, que regulará su profesión en todo el territorio nacional y han comenzado una huelga de cuatro días.
El parón, para el que se han decretado servicios mínimos, empieza este martes y desde la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos (CESM) confían en que se supere el 56 por ciento de seguimiento de la convocatoria de octubre. No obstante, desde la Junta aseguran que en esta primera jornada ha sido secundada por un 28,17 por ciento de los profesionales de la provincia, elevándose hasta el 38,84 por ciento en las gerencias de atención especializada de la capital y reduciéndose de forma significativa en El Bierzo.
En la primera de estas jornadas de parón, varias decenas facultativos se han concentrado frente al Complejo Asistencial Universitario de León (Caule) para protestar contra lo que entienden como una injusticia, pidiendo a la ciudadanía que apoye su causa, a pesar de los posibles contratiempos en sus consultas o citas programadas. "Las huelgas se hacen con una repercusión. Entendemos perfectamente el sentimiento de los pacientes, pero tienen que entender que lo hacemos no solamente por nuestra salud sino por la de los pacientes", ha apuntado Ana Barragán como secretaria general del sindicato CESM de León.
La médica y ministra de Sanidad, Mónica García, tuiteaba hace algunos años contra las guardias de 24 horas y ahora, desde el Gobierno, las avala y consiente que, pese a su obligatoriedad, no computen para la jubilación. Por unos desequilibrados repartos, algunos profesionales médicos podrían llegar a trabajar hasta 70 horas semanales, en algo que repercute de manera directa en su salud y, de forma indirecta, también en la de los pacientes a los que tienen que atender.
Precisamente, estas guardias abusivas es una de las principales quejas de los profesionales que se han manifestado frente al Caule por el nuevo Estatuto Marco, contra el que ya han protestado en junio y octubre. "Pedimos que las guardias sean de jornadas no tan intensas, que nuestra jornada laboral sea como la de todos los ciudadanos, de 35 horas, o que, si por lo menos hacemos guardias, contabilicen para la jubilación como horas trabajadas", ha señalado Ana Barragán.
Estas "jornadas fantasma para la jubilación" estarían provocando malestar en buena parte del colectivo. Igualmente, muchos médicos están descontentos con cómo se ha gestionado el establecimiento de servicios mínimos decretados de cara a esta huelga de cuatro días.
Por todo ello, los médicos leoneses no piden más retribuciones económicas y solo reclaman una mejora de condiciones para su profesión que permita la sostenibilidad de la sanidad pública. De lo contrario, tal y como advierten desde algunos colectivos profesionales, continuará la fuga de facultativos a los centros privados y a otros países, comprometiendo la viabilidad de un Sistema Nacional de Salud que siempre ha sido bandera para España, orgullo para los ciudadanos y alivio para los pacientes.