Jesús del Río: "Queda un 90% de León sin quemar y, por tanto, hay mucho León que visitar"

Entrevista al secretario general de Asetur

31/08/2025
 Actualizado a 31/08/2025
Jesús del Río. | DAVID RUBIO
Jesús del Río. | DAVID RUBIO

Agosto termina y llega la hora de hacer balances de una estación estival marcada como nunca antes por el fuego. Jesús del Río, secretario general de la Asociación Española de Turismo Rural (Asetur) y durante años presidente de la Asociación Leonesa de Empresarios de Turismo Rural (Aletur), es una de las voces más autorizadas para valorar la situación que atraviesan las casas rurales de la provincia. En esta entrevista, Del Río repasa algunas de las principales reivindicaciones del sector, la manera en que afrontan la recuperación tras los incendios y cómo es el compromiso institucional con la promoción de los pueblos de León.

– ¿Cómo ha ido evolucionando el sector en los últimos años en territorio leonés, especialmente después de la pandemia del Covid?
– Después de la pandemia del Covid sí es verdad que tuvimos un par de años que tuvimos un momento de auge, con mucho turismo rural y que la gente lo buscaba como una vía de escape: destinos tranquilos, poco masificados, entorno familiar… Los dos años posteriores al Covid, incluso el del Covid cuando empezaba a dejar movernos a nivel regional o interregional, nos fue muy bien. Luego, a medida que el Covid fue desapareciendo de la mente del consumidor, volvimos a los datos de ocupación habituales. Parece que el cliente no le tiene tanto miedo y vuelve a masificar la playa y a hacer el turismo de sol y playa.

– ¿Y el tipo de cliente? ¿Qué nuevos perfiles se pueden advertir que llegan a los pueblos de León?
– Al final, dependiendo un poco de la época del año el perfil va cambiando. Generalmente, se mantiene. En verano es un período de vacaciones escolares y el perfil de turista es familiar. La composición es un grupo familiar, más grande o más pequeño, pero que se desplazan a León o a otras provincias en busca de naturaleza o de gastronomía, de descanso, de relax… Luego, a lo largo del año, nos podemos encontrar otro tipo de perfiles. Por ejemplo, las típicas parejas en un fin de semana o en un puente que salen a desconectar o de escapada romántica. Luego, en determinados momentos del año y en función un poco de lo que ofrece el entorno, nos encontramos otros tipos de turista. Por ejemplo, en otoño es habitual encontrarnos turismo micológico, de gente que viene atraída por la recolección de setas. El año que viene en agosto habrá un eclipse total de sol, además en la semana clave de agosto, el 12 de agosto, y ya estamos viendo que habrá un pico de ocupación para el año que viene muy centrado en esa semana.

"La provincia de León necesita encontrar una marca turística que la identifique"

– También se ha registrado un incremento de visitantes extranjeros en las casas rurales. ¿Desde dónde llegan?
– Hemos notado un incremento. Siempre ha habido un goteo de turista extranjero y focalizado en Picos de Europa, en Las Médulas, Babia… Sitios que tienen mucho renombre, que a nivel internacional se puede oír hablar de ellos. También el Camino de Santiago, con todas las casas rurales que están recibiendo un goteo constante de peregrinos extranjeros en mayo, en junio o en septiembre. Pero quitando el Camino de Santiago y Picos de Europa, sí que estamos notando un incremento. Hemos hablado entre el sector que, en lo que respecta a turistas extranjeros, estamos notando un aumento de holandeses.

– ¿Interesa más ese tipo de cliente porque las estancias son más largas?
– A ver, hay de todo. Esta semana yo he tenido unos clientes que han estado 15 días, que cogen mi casa como centro neurálgico y, a partir de ahí, se empiezan a mover no solo en la provincia, también en otras. Van a la playa a Gijón, a la Ribeira Sacra, a Salamanca... Aprovechan para conocer Castilla y León, Asturias, Galicia… Y luego está el caso contrario, el turista que dice me voy a pasar siete o diez días en España y quiere conocer lo máximo posible. Lo que hace es ir pasando una noche o dos noches en cada sitio…

– Además de Países Bajos, ¿de qué otros lugares del extranjero están llegando turistas a León?
– Los clásicos son franceses e ingleses. Francia, Reino Unido, Italia… incluso pueden aparecer chinos o canadienses, pero eso ya es más residual. Este año lo de Países Bajos sí que lo percibimos.

– En cuanto a la digitalización y modernización de los alojamientos rurales, ¿en qué punto se encuentra?
– Poco a poco. Hay que distinguir dos tipos de alojamiento: la casa rural, alquiler completo de toma las llaves y ya está, y el hotel rural. El que tiene hotel rural, que a lo mejor ya tiene restaurante, bar o ciertas habitaciones, sí que la digitalización, la modernización y la tecnología la tiene mucho más implantada. Al final, es su modo de vida. Su día a día. Luego, tenemos el otro perfil de propietario que es el propietario de una casa rural, que lo tiene a lo mejor como segunda actividad y lo tiene menos implantado. No permite pagar con tarjeta, no tiene redes sociales… Hay un doble perfil, pero en ambos hay casos de estar profesionalizado, digitalizado, con redes sociales… Para algunos la facturación electrónica o el pedir el número de registro único en el Ministerio de la Vivienda se les hace un mundo. Poco a poco nos estamos modernizando y está entrando la tecnología.

– Igualmente se han producido algunos cambios de normativa, ¿cómo afectan al sector?
– Por ejemplo, el tema de la entrada en vigor del decreto del Ministerio del Interior de, por seguridad, pedir más datos nos atañe. Lo tenemos que hacer. Si yo antes pedía diez datos de un cliente: nombre, apellidos, DNI y cuatro cosinas más… ahora el número de datos se ha ampliado. Ellos dicen que es por cuestión de seguridad y no digo que no, pero eso lo que hace es que tengamos que meter más datos. Algunos que son susceptibles de… Viene un matrimonio con un hijo y le preguntas de quién de los dos es el hijo. A veces, se siente uno un poco violento.

– ¿Cómo se debería combatir a los alojamientos ilegales? ¿Están siendo efectivas las políticas actuales?
– Los alojamientos ilegales nos hacen tanto daño en el medio rural como el que hacen en las zonas urbanas. Una persona que tiene una casa o un piso y lo alquila bajo cuerda, sin factura ni nada. Los hay y se sabe dónde están porque es tan sencillo como visitar páginas de ‘Milanuncios’ y demás. Es tan sencillo como meterles mano. Esto es una actividad regulada y turística, date de alta, paga tus impuestos y así competimos todos igual. Ahora se pide a todos un número de licencia, un número de registro de alquiler en el Ministerio de Vivienda, que todo el mundo lo tiene que pedir. Es decir, que yo que ya tengo mi número de registro en la Junta, además tengo que ir al Ministerio de la Vivienda para que los dos estén en ‘Booking’ o ‘Airbnb’… ¿Yo tengo que tener dos y hay algunos que no tienen ninguno y siguen operando? Quiten del medio a que no lo tiene y no me hagan pedir otro número…

– Más allá de esa normativa, ¿os afectan mucho? ¿Hay muchos alojamientos ilegales?
– Hay. Y depende de la zona, hay más o menos. No se les mete mano lo suficiente porque siguen los anuncios. Si les meten 3.000 euros, igual sí se piensan al día siguiente si anunciarme… Cuando entró en vigor esa normativa del 1 de julio, dijeron en ‘Booking’ y ‘Airbnb’ que se estaba obligado a retirar esos anuncios que no tengan el número. Empiecen ya, igual que ha pasado en Euskadi, en Navarra o en Baleares. 15.000 pisos turísticos de ‘Airbnb’, fuera. Pues aquí igual porque los hay.

– ¿En esos sitios se han quitado porque las administraciones de esas comunidades autónomas han sido más rigurosas en el cumplimiento de la norma?
– No lo sé, pero entiendo que sí. Entiendo que Barcelona está muy masificada y que tiene un problema de convivencia y el propio Gobierno habrá mandado una relación de alojamientos que a ver qué pasa con ellos y ‘Airbnb’ o ‘Booking’ han actuado. Esos destinos, Barcelona o Madrid, llevan colapsados mucho tiempo. Llevamos mucho tiempo hablando de masificación. En León todavía no he escuchado masificación por ningún lado, no he escuchado grandes problemas más allá de unos clientes un poco gamberros dando voces a las cuatro de la mañana.

– ¿Qué zonas de la provincia leonesa tienen más tirón en turismo rural?
– Son las más tradicionales. Los que tienen más marca y la han sabido mantenerla mejor en el tiempo, la han utilizado y la han promocionado son Las Médulas, El Bierzo, Babia, Picos de Europa… Son zonas que tienen nombre. Riaño lo está haciendo genial. La Administración, que sigue potenciando Las Médulas o Picos de Europa, tiene que potenciar otras zonas porque no digo que sean igual de bonitas, pero pueden ser bonitas. Omaña es una desconocida completamente y la gente cuando se marcha dice que menuda cosa tan bonita y qué de cosas se pueden hacer.

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Jesús del Río. | ICAL

– ¿Y esos nombres los tienen las comarcas porque sí o porque lo han sabido promocionar?
– Es una cuestión de que sigas… ¿Por qué la Toscana o París tienen nombre? Porque es insistir en ellas. Tú puedes llegar al metro de Madrid y poner una campaña que ponga Riaño o los fiordos leoneses, pero al año que viene pones Omaña o lo que sea… Al final, es una cuestión de nombre. Como se conocen a marcas de Coca-Cola, a base de repetir.

– Y fuera de las fronteras leonesas, ¿cuáles son los principales competidores?
– Durante muchísimos años, el turismo rural de la provincia de León fue uno de los diez destinos más importantes de España. En ese ranking, León ha ido bajando y otras provincias nos han ido ganando terreno. ¿Cuáles son? Asturias, siempre. Vale que tiene playa, que es monoprovincial… De acuerdo, pero tienen muchísima más oferta de alojamiento que nosotros y tienen mucho mayor índice de ocupación. Yo creo que, a poco más que consigamos hacer, podremos aumentar la ocupación. Es más, cuando parece que la promoción se dispara o que se hacen acciones, en ese ranking nacional comenzamos a subir. Es una cuestión de causa y efecto. De nada me sirve poner en el metro de Madrid a la Semana Santa de León porque la voy a vender sí o sí, la voy a tener llena sí o sí y vamos a llegar a una masificación. Igual lo que me interesa es, un mes más tarde o un mes antes, promocionar San Valentín en León o las jornadas gastronómicas de un pueblo… Esto se hace para desestacionalizar el turismo. Extremadura es una comunidad que poco a poco está ganando terreno y Castilla-La Mancha tres cuartos de lo mismo. A veces doy charlas de turismo rural y le pregunto a la gente sobre qué marca tiene Asturias. Paraíso natural. ¿Galicia? Calidade ¿Cantabria? Infinita ¿Andalucía? Ni te la imaginas. El eslogan es lo que llega… ¿León? Bueno, Cuna del Parlamentarismo. Promociónala. Sigue una marca: ‘León naturalmente, ‘León infinita’… Es cuestión de encontrarla. La provincia de León necesita encontrar una marca turística que la identifique. Si entras a la página web del Consorcio, Turisleón. No sé, Turisleón… Se podría hacer cosas y creo que no es cuestión de gastar. Con poco se podría hacer. Una administración puede traer periodistas para que hablen en blogs, en periódicos, en revistas… Se pueden hacer cosas baratas y bien. En redes sociales, Facebook y mucho más Instagram o TikTok para los chavales… A lo mejor hay que ir metiéndote ahí. ¿Cuántos seguidores tiene la página de León o de la comunidad? Pues pocos. Igual tengo yo más en mi casa rural que ellos y no puede ser que sea así en una administración que tiene que promocionar. ¿Qué puede costar un community manager? Hay cosas que son económicas y están bien.

– ¿Qué otras reivindicaciones realizan desde el sector?
– En el tema del intrusismo y de los ilegales es algo en lo que se tiene que meter mano. Es una cuestión ya de lógica. Yo pago mis impuestos, hago mis facturas y repercuto mi diez por ciento de IVA… que, por cierto, si cambia la normativa como parece pasaremos a pagar un 21 por ciento de IVA. Esto significa que yo soy, de partida, un diez por ciento más caro que mi competidor. Si todos generamos, tenemos que tener las mismas normas. Hacer frente al intrusismo es algo que siempre hemos reivindicado. No es un problema endémico de León porque está en todas las provincias y es un problema que tenemos.

– ¿También se necesitan servicios como restaurantes y tiendas para atraer al cliente?
– El bar, que decían de hacerlo Patrimonio Inmaterial de la Humanidad y a mí me parece estupendo, es el punto de encuentro. Un bar en el que tomar unas raciones es necesario. No un restaurante con estrella Michelín, pero un teleclub. El hecho de que poco a poco los pueblos se vayan quedando sin gente, que el supermercado cierre y demás es un problema. El cliente no va solo a tu casa, el cliente se mueve. También estamos teniendo un problema para encontrar trabajadores en las casas rurales de la provincia, porque yo me las veo y me las deseo. En mi zona no hay gente en edad de trabajar y si viene de otra zona ya me dicen que por desplazamiento no les compensa. El asentamiento de población en el medio rural es muy complicado: por los niños pequeños, por el colegio, por el centro médico más cercano, porque Internet va a pedales… Esto hace que la gente sea reacia a quedarse y a vivir allí.

"Hay que limpiar la imagen de destino negro que han creado los incendios"

– ¿Cómo está siendo para el turismo rural de la provincia este verano marcado por los incendios?
– El verano estaba siendo bueno. No nos podíamos quejar, aunque empezó tarde. Llevamos unos cuántos años que en vez de empezar el 1 de julio empieza ya un poco más a mediados de julio. A corto plazo, los incendios ya nos afectaron de manera inmediata. Los efectos en Las Médulas, el de la Valduerna que venía en dirección a La Bañeza o el del Parque Nacional de Picos de Europa fueron inmediatos. Empezó a haber cancelaciones en los territorios afectados tanto a corto como a medio plazo. Faltaban tres días y cancelaban o estaban en el territorio y se iban porque no se sabía lo que iba a pasar o qué rumbo iba a tomar el incendio. Los hemos vivido en primera persona. A medio plazo, en un mes o dos meses, mucha gente también ha apretado el típico botón de cancelación gratuita. Ahora abrir el correo electrónico por la mañana es decir a ver cuántas cancelaciones tengo hoy. Mira que el otoño es bueno para el sector, con el turismo micológico, la berrea, la observación de animales, la enología… pero la gente no quiere venir a León, tiene miedo y es algo infundado. Es verdad que hay territorios muy afectados, pero lo demás no lo está. No hay peligro porque venga un madrileño a León. Puede que no pueda ir a Las Médulas, pero nadie le quita de ir a Carucedo o a Villafranca del Bierzo.

– Entonces, ¿esas cancelaciones responden más al miedo que a una pérdida de atractivo?
– Está claro que si alguien tiene una reserva para ver Las Médulas no va a ir porque va a ver negro, desolación y tristeza, pero en otras zonas de la provincia se puede hacer. No es solo el miedo a encontrármelo negro es también que los medios de comunicación dicen, y no les quito la razón, que conviene salir con mascarilla, que el aire está contaminado… Se escucha todo eso y la gente desiste de venir a León. No es solo el miedo, es todo lo que conlleva el incendio.

– ¿Hasta qué punto el fuego ha condicionado ese verano que comenzó con buenas sensaciones dentro del sector?
– Se ha truncado. Tengo compañeros en Portilla de la Reina, en Las Médulas o en Ancares que lo tienen vacío completamente. La gente se levantaba por la mañana y solo eran que salidas. Todo esto pasó en plena temporada alta, cerca del puente del 15 de agosto. Uno de los puentes por excelencia. Lo que se iba a ser un cien por cien de ocupación, se ha visto reducido considerablemente. Lo que se esperaba un gran verano, como suele ser habitual, debido a los incendios de agosto se ha visto truncado. Igual a otros no los ha afectado de manera directa y dicen que han tenido un verano igual que los anteriores, pero a la mayoría les ha pillado aunque sea de manera indirecta. Ninguna de mis propiedades se ha quemado, pero tengo incendios a ocho y a 20 kilómetros. Como cambie el viento igual sí que estoy afectado y el cliente en mi casa rural me está llamando cada poco con que el humo es más alto, con que huele a quemado, con que me voy mañana… Cancelaciones y gastos. Los daños económicos son brutales.

– ¿Cómo ha sido la recuperación del turismo rural en situaciones similares?
– Es muy lenta. Puedo poner el ejemplo de la Sierra de la Culebra. Hace un par de años se quemó en un incendio muy importante y la recuperación es lenta. Si buscas en internet qué hacer en la Sierra de la Culebra sigue apareciendo en grandes titulares y en primeras posiciones lo del incendio porque tuvo mucha repercusión. La gente ve que afectó al sitio al que iba a ir y pasa.

– ¿Qué medidas podrían ser adecuadas para la reactivación?
– Por ejemplo, yo creo que es importante lanzar el mensaje de que está un diez por ciento del territorio de León quemado, pero que queda otro 90 por ciento. Queda un 90 por ciento de León sin quemar y, por tanto, hay mucho León que visitar. Es un mensaje que tenemos que trasladar a la población. León no solamente es Las Médulas o el Parque Nacional de Picos de Europa, es mucho más: Babia, Luna, Torío, Bernesga, Porma, Valdería, sur de León… Hay muchos más destinos que visitar y que descubrir. Es un mensaje que tenemos que transmitir. Las administraciones tienen que potenciar aún más la promoción turística y limpiar la imagen de destino negro que han creado los incendios y de un turismo necrológico en León. Es cuando más hay que apostar.

– ¿Es pronto para cuantificar las pérdidas dentro del sector?
– Es pronto porque hay territorios que siguen acordonados y a los que no han podido entrar los peritos. No solo es que alguien haya perdido la casa rural, el hotel o el restaurante, también son todas las empresas de turismo activo que no van a poder hacer una visita guiada a un pinar, que no van a poder hacer turismo micológico en los hayedos o que no van a hacer rutas interpretativas o los investigadores de las reservas de Omaña y Luna que no van a poder investigar al urogallo… Al final, la actividad turística, de naturaleza y divulgativa se ha perdido porque se ha perdido la herramienta de trabajo: el bosque. ¿Dónde voy a coger setas o a escuchar la berrea? El urogallo ya se puede hablar casi de extinto porque se ha quemado el abedular de Montrondo, que era la principal reserva que había. Todo el alto Omaña, Fasgar, Igüeña… Cuidadito. Cuando pasen un par de semanas o tres y se haga balance de todo esto… Hace unos años se quemó Notre Dame y los titulares salían en medio mundo, pero también se ha quemado un castañar en El Bierzo de 300, 400 o 500 años. Esto no lo hizo el hombre, pero lo hizo la naturaleza y es irreparable. Se han quemando pinares centenarios en la zona de Picos de Europa y parajes declarados por la Unesco como Patrimonio Mundial de la Humanidad, como Las Médulas, o la Reserva de la Biosfera de Omaña y Luna o Ancares… Unos titulares salen en medio mundo y  lo del turismo de naturaleza no lo ves casi en ningún lado. Da rabia. Mis nietos no van a ver Las Médulas otra vez recuperadas. Cuidado con lo que ha pasado. Cuando pase del todo seremos más conscientes.

 

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