En León hay 200 pacientes de hepatitis C, de los que 25 están en situación más grave

Los nuevos medicamentos garantizan más eficacia y menos efectos secundarios, según los profesionales del Hospital de León

Sergio Jorge
14/01/2015
 Actualizado a 15/09/2019
José Luis Olcoz, entre Francisco Jorquera y Pedro Linares, y el resto del equipo del Hospital. | MAURICIO PEÑA
José Luis Olcoz, entre Francisco Jorquera y Pedro Linares, y el resto del equipo del Hospital. | MAURICIO PEÑA
La llegada de los nuevos medicamentos contra la hepatitis C a los hospitales españoles está siendo desigual según las comunidades autónomas, por lo que el Hospital de León se está convirtiendo en uno de los primeros que está aplicando ya dos de los fármacos más novedosos del mercado, Simeprevir y Sofosbuvir. Pero tal y como destacan los profesionales del Complejo Asistencial de la capital, es algo que "desde hace dos años" se está haciendo, al incorporar progresivamente las últimas novedades, que ahora mismo necesitan con urgencia los 25 pacientes más graves de un total de 200 diagnosticados en el área sanitaria de León.

El jefe del Servicio de Digestivo del Hospital, José Luis Olcoz, explica que el tratamiento de esta enfermedad en el Complejo se hace gracias a un "equipo multidisciplinar", que implica a médicos, enfermeros y expertos en farmacología, lo que asegura que el paciente reciba el tratamiento en plenas condiciones, ya que se logra "una visión global para discutir con los enfermos, porque antes eran fármacos muy problemáticos y tenían muchos efectos secundarios".

Es precisamente por esto que las últimas novedades del mercado sanitario han dado una nueva perspectiva a sanitarios y afectados, de ahí que otro de los profesionales que forma parte del equipo, Francisco Jorquera, hable de «una nueva era» en el tratamiento de la hepatitis C. "Desde hace dos años estamos dando tratamientos nuevos, lo que pasa es que el mundo es muy cambiante y cada vez hay más fármacos», insiste este especialista.
Otro de los expertos de este equipo multidisciplinar, Pedro Linares, especifica que "hay unas indicaciones que están absolutamente definidas por la Junta de Castilla y León para recibir el tratamiento que son aquellos individuos que están en peores circunstancias: los que se van a trasplantar, los que han sido trasplantados y los que tienen una función hepática muy mala, pacientes que pueden vivir un año como máximo". "A todos ellos se les plantea el tratamiento ya", agrega Linares, quien resalta que son estos casos los que se van a ir "incorporando progresivamente".

"¿Vamos con la celeridad que se requiere? A lo mejor no, por las circunstancias y porque algunos están aprobados pero no los tenemos absolutamente operativos en España, aunque saldrán en breve", añade Olcoz, para el que "algunos medicamentos que empezaron hace dos años ya son viejos, puesto que otros se han aprobado en agosto e incluso los últimos en noviembre del año pasado".

"La gente los quiere para antes de ayer", agrega el jefe del Servicio, quien reconoce que hay cierta inquietud en los pacientes que se traslada a los medios de comunicación. "Nunca hemos dejado de dar tratamientos", reivindica. "En el caso del Sofosbuvir, el que más lío ha generado, el precio de reembolso ha llegado en noviembre, y hasta que no hay precio no se puede poner", explica Jorquera, para el que «hay mucha confusión que parte del desconocimiento y la ansiedad de los pacientes».

"Tenemos en las consultas más problemas en desmontar los malos entendidos que en poner los tratamientos, pasamos media hora en explicarlo", reconoce este especialista.
El problema de los tratamientos antiguos era que incluían el Interferón, lo que provocaba una serie de efectos secundarios que muchos de los enfermos no soportaban y decidían abandonarlo. "Muchos pacientes tenían que dejar de trabajar, tenían problemas familiares porque producían muchos efectos secundarios, de relación, bajas laborales, o perdían el trabajo, y económicamente hay aspectos que no se cuantifican», explica Linares. «Hipotecaban su vida un año, y eso para un paciente es mucho, e incluso algunos tenían intentos de suicidio», añade Jorquera. Para este profesional del Hospital de León, los nuevos medicamentos tienen"mayor eficacia y mayor éxito de respuesta", ya que antes "eran del 40 o 50% en el mejor de los casos, y ahora sobre el 90% ya se considera óptimo".

"En segundo lugar, hay menos efectos secundarios porque los tratamientos son mejor tolerados, hay menos contraindicaciones como con el Interferón para pacientes psiquiátricos y autoinmunes", resalta Linares, para el que en tercer lugar es importante destacar que "se acorta el tiempo del tratamiento", ya que "antes era de un año de duración o año y medio, y ahora es de doce semanas".

En este sentido, Jorquera subraya que «estos medicamentos son un cambio de ciclo, porque existe "la seguridad de poder curar a un paciente". Además, recuerda que esta enfermedad de "apenas unos 25 años" se empezó a tratar en el Hospital de León en "el año 1990 o 1991".

"Hemos visto el proceso de tasas muy bajas de respuesta con efectos secundarios, luego hemos ido subiendo las tasas de respuesta pero no los efectos secundarios", relata este especialista, que insiste en que "ahora se cura para siempre".
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