Los exámenes de 'Selectividad' han comenzado este martes para 2.055 estudiantes leoneses. La rebautizada como Prueba de Acceso a la Universidad (PAU), que se celebrará hasta el jueves, cambia este curso para tener más ejercicios competenciales y pierde buena parte de la optatividad ganada durante la pandemia del Covid.
Tal y como explican desde la Universidad de León (ULE), se busca una "transición suave" hacia un modelo pleno de competencias para dentro de dos o tres cursos. "Volvemos a un modelo en el que se reduce la optatividad, que se había reducido mucho a consecuencia de la pandemia. Esto va a generar que el estudiante no tenga un 'modelo A' y un 'modelo B', sino que va a tener cierta optatividad en las preguntas, con otras obligatorias. Para sacar la máxima nota será necesario cubrir todo el temario", ha explicado el vicerrector de Actividad Académica, Julio Abad.
El carácter competencial de la PAU es todavía limitado, "entre un 25 y un 30 por ciento" de cada examen, pero este irá ganando terreno en los próximos cursos. De esta manera, la 'Selectividad' pondrá "énfasis en la aplicación de los contenidos más que en el propio desarrollo de preguntas de teoría".
El hecho de que los 'modelos 0' se publicasen con el curso ya avanzado ha provocado una mayor incertidumbre entre el profesorado y, sobre todo, entre los alumnos que se examinan estos días. "Estamos muy nerviosos porque no supimos nada de cómo iba a ser hasta casi mediados de curso. Estábamos con mucha presión, sobre todo, pero al final ha salido bien y lo han puesto bastante bien", ha declarado a la salida de su examen Lucas Luengo, un estudiante que este curso se examina de la PAU y que quiere matricularse en Biología.
Aunque desde la ULE se espera que las notas medias "puedan bajar un poco", todo parece indicar que las tasas de aprobados "no deberían ser muy diferentes", manteniéndose próximas al 98 por ciento. Algunos necesitan superar una elevada nota de corte para acceder a la carrera que quieren estudiar, pero otros tienen como motivación dar lo mejor de sí mismos. "Quiero sacar buena nota para valerme a mí mismo y porque me lo he currado los dos años del Bachillerato", ha manifestado Lucas Luengo ante numerosos micrófonos de los medios de comunicación locales.
Además, en este curso de cambios, hasta 15 comunidades autónomas han sincronizado el orden y horario de las pruebas, con criterios comunes como la penalización por las faltas de ortografía. A pesar de las quejas de parte del profesorado, desde el Vicerrectorado de Actividad Académica consideran que se ha tenido "el tiempo suficiente" para que los alumnos puedan adaptarse a la nueva PAU.
Valle-Inclán y Cela en el primer examen
El primer examen ha sido el de Lengua Castellana y Literatura, con un comentario sobre universidades públicas y privadas y un apartado literario protagonizado por 'Luces de Bohemia', de Valle-Inclán, y por 'La familia de Pascual Duarte', de Cela. En líneas generales, los alumnos han salido satisfechos de esta primera prueba. Por ejemplo, Paula Barrantes e Irene Rodríguez, que quieren estudiar Enfermería y Psicología respectivamente, han apuntado que "la frase ha sido bastante sencilla y el texto un poco largo", pero que tienen buenas perspectivas de cara a la nota que puedan obtener.
Tampoco han faltado las habituales 'quinielas' sobre qué va a caer, mediante las cuales los estudiantes que se enfrentan a estos exámenes tan temidos deciden en qué parte del temario centrar sus estudios. "Aposté porque 'El camino' no iba a entrar. No lo entendía y las características eran un lío tremendo. Así que dije que no iba a entrar. Me he quedado muy cerquita de que llegase a entrar, así que un poco miedo sí que he pasado", ha comentado Daniel Seco, un leonés que quiere cursar estudios de Historia.
Las pruebas, para las que se han movilizado a unos 250 profesores, continuarán hasta el jueves en cinco secciones en León y dos en Ponferrada. La 'Selectividad', como los alumnos que se enfrentan a ella, vuelve a cambiar; pero mantiene su esencia: esa mezcla de nervios, repasos de última hora y, sobre todo, la ilusión de quien se esfuerza por formarse en aquello que más le gusta.