Vidal, la óptica leonesa de toda una vida

Generación tras generación, los Vidal no han dejado de ampliar el negocio

L.N.C.
14/05/2017
 Actualizado a 18/09/2019
opticas-vidal-leon.jpg
opticas-vidal-leon.jpg
Miguel Vidal Ferré, que procedía del Levante español, abrió en León, en 1917, una óptica-joyería en la calle que unía la catedral con la estación, llamada a ser una arteria comercial vital de esta ciudad, la calle Ordoño II, y en concreto en su número 2.

Cien años después, Óptica Vidal sigue ahí, después de una ampliación que se llevó a cabo en 1970 y su posterior integración en el Grupo MultiÓpticas y habiendo marcado el camino a decenas de establecimientos que, primero, en la propia ciudad de León y luego en otras de esta comunidad y de otras regiones españolas han promovido la familia Vidal, que ya ha incorporado a su empresa a la quinta generación.

Esta es la historia de una de las más señeras empresas familiares leonesas que ha querido reunir a su personal procedente de diversos puntos de España, el último día de abril, para celebrar su centenario con un encuentro festivo en la Casa Botines de León.

A Miguel Vidal Ferré le sucedió José Vidal Navares, que dirigió la óptica en los tiempos difíciles de escasez de la Guerra Civil y la posguerra, dando entrada en la década de los cincuenta a su hijo José Vidal Luján, jubilado hace algunos años después de una muy larga trayectoria profesional que superaría el medio siglo, y que abrió, cuando daba sus primeros pasos, a mediados de los años sesenta, la segunda óptica de la familia en León, en el otro lado de la calle y en dirección a Guzmán, Óptica Luján.

España empezaba entonces a desarrollarse y en el mundo de la óptica junto a las gafas graduadas aparecían las lentes de contacto, siendo José Vidal uno de los pioneros en España en su adaptación.

En 1977, él participa en una iniciativa nacional que iba a resultar decisiva para el futuro de su empresa al fundar, junto a otra media docena de ópticos del resto de España, el Grupo MultiOpticas (inicialmente denominado Ópticos Asociados), bajo la forma jurídica de una cooperativa, para comprar producto en mejores condiciones y hacer publicidad conjunta de ofertas.

Hoy, MultiOpticas es el Grupo más importante de nuestro país, con 600 ópticas afiliadas. Y en su seno se ha ido expandiendo la empresa de la familia Vidal. Con la incorporación de la tercera generación, a principios de la década de los ochenta, en la persona del óptico Nacho Vidal, su padre José decide abrir una tercera óptica en León, en el Complejo de Santo Domingo, justo detrás de la primera Óptica Vidal, y que luego se trasladará a la calle Gil y Carrasco, un amplio establecimiento de más de 500 m2.

A Nacho se le unirán más tarde sus hermanos Faustino y Javier. Y seguro que al ampliarse la familia implicada en la empresa, José se sintió con respaldo suficiente como para expandirse fuera de León.

Y lo haría con fuerza, con establecimientos ópticos de referencia en Palencia, Valladolid y Salamanca.

Y, más tarde, con su padre jubilado, serán ya al frente de la empresa Faustino, Nacho y Javier los que llevarán MultiOpticas con la misma ambición empresarial a otras ciudades: a Logroño, a Burgos, a Madrid y, junto a otros socios de MultiOpticas, también a Mallorca y a Barcelona.

En la actualidad, los miembros de la familia Vidal gestionan o participan en la gestión de unas 80 ópticas en España, cuatro de ellas en León (habiéndose unido una instalada hace cinco años en San Mamés a las tres citadas anteriormente), ciudad en la que además mantienen sus oficinas centrales. La quinta generación ya se ha incorporado a la empresa: una joven óptico Marina Vidal dirige los establecimientos de Madrid.

La empresa familiar, cuando está bien organizada (los Vidal cuentan desde hace años con un Protocolo familiar), puede ser un instrumento muy eficiente y competitivo, porque la motivación empresarial trasciende al incentivo puramente económico y la proximidad personal con el equipo humano permite valorar mejor su importancia para una empresa de servicios como esta.

Los Vidal fían, además, su buena y dilatada trayectoria empresarial a lo largo de los años a haber sabido poner siempre al cliente y a su necesidades en el centro de toda su actividad, lo que tiene mucho que ver con el gusto por el trabajo bien hecho y el cuidado de los detalles.

Y, desde el punto de vista estrictamente comercial, con acertar sobre las decisiones estratégicas a tomar en un mercado cada vez más globalizado y exigente. Por ello, hace años apostaron por desarrollar un modelo propio de negocio, en torno a los productos de MultiOpticas (MO), que les permite ser extraordinariamente competitivos en precio-calidad.

... Y trabajar, trabajar y trabajar, no perder nunca la concentración.

Porque nadie nace con un don especial para desarrollar el negocio de la óptica y el retail, porque no se puede perder el sentido de la modestia y del esfuerzo continuo, piensan los Vidal, con esos cien años de historia a sus espaldas: ‘si un día te duermes en los laureles, si un día empiezas a perder pie con tus clientes o con tu equipo, ese día bien podrías haber comenzado a acortar tu historia’.
Archivado en
Lo más leído