La Junta de Castilla y León elevó en la tarde de este sábado a nivel 2 del Índice de Gravedad Potencial (IGP) el incendio forestal declarado anoche en la localidad leonesa de Pendilla de Arbás, en el municipio de Villamanín de la Tercia. La decisión se adoptó al considerar que el fuego representa una “amenaza seria” para las poblaciones cercanas, lo que puede exigir medidas de socorro a los vecinos o de protección de bienes.
El incendio comenzó a las 23:40 horas del viernes por causas que todavía se investigan. Según el delegado de la Junta en León, Eduardo Diego, “el incendio nació en siete puntos diferentes”, aunque por el momento continúa la investigación. Todo apunta, por tanto, a que pudo ser intencionado.
La situación se complicó durante la mañana del sábado, cuando el incendio se elevó a IGP 1 debido a desprendimientos de rocas y piedras en el acceso a Pendilla, provocados tanto por el fuego como por el trabajo de la maquinaria pesada.
La gravedad del incendio aumentó porque los trabajos de extinción podrían prolongarse durante más de doce horas, con riesgo de que se impongan restricciones a la población o de que resulten afectadas distintas infraestructuras.
A lo largo de la jornada llegaron a participar 40 medios terrestres y aéreos, aunque estos últimos tuvieron que ser retirados por la tarde “debido a la niebla y las nubes que han impedido su labor”. Actualmente, trabajan en la zona alrededor de una treintena de recursos: siete agentes medioambientales o celadores, dos técnicos, cuatro cuadrillas terrestres y seis helitransportadas, además de tres bulldozer, cinco autobombas, dos helicópteros y un medio perteneciente a otra administración.