Comienza el montaje de los pasos de Semana Santa con un tiempo primaveral, que todo indica que terminará el viernes, con la llegada de la borrasca Olivier que dejará lluvias por todo el país. El Sacramentado ha trasladado este miércoles sus tres tronos desde el Mercado Municipal de Ganados hasta San Isidoro y ya tiene sus tres pasos en la carpa.
El grupo de montaje se afana desde esta mañana en prepararlo todo "con la misma ilusión" que todos los años, confiando en poder salir con normalidad el Sábado de Pasión, aunque la previsión no es buena. "La probabilidad de lluvia es muy alta, lo mires donde lo mires", lamenta el hermano mayor de la cofradía, Javier González. Aún así, un grupo de hermanos limpiaban con afán cada centímetro de los tronos y las varas, antes de dar comienzo a la isntalación de otros elementos, como la nueva escalera de la Piedad o el palio de la Esperanza.
Ya más tarde, le llegará el turno a la colocación de las flores y las imágenes, el Cautivo, la Esperanza y la Virgen de la Piedad y del Milagro, así como las figuras de Anás y Malco -a estrenar este año- que acompañarán al Cautivo. Todo quedará listo el sábado a primera hora, con la confianza puesta en que la procesión pueda salir a la calle.
Peligra, sin duda, la salida de su estación de penitencia, debido a la alta probabilidad de lluvia de un 100%, según la Aemet. "No me arriesgaré a sacar la Piedad", aclara, una imagen expuesta al culto en San Isidoro que data del siglo XVI. Y claro, si no sale ella, no sale ningún otro paso.