Ni el frío, ni la amenazante lluvia por momentos ni tampoco el viento, fueron impedimento para que el Santo Potajero volviese a ser este Miércoles Santo el gran protagonista de la Semana Santa de La Bañeza con el tradicional reparto de su potaje a base de garbanzos, arroz y bacalao.
Una cita donde en la que junto a la talla del 'pequeño Nazareno', los niños y niñas cofrades de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad fueron también los verdaderos protagonistas de la jornada de esta procesión que cuenta con la declaración de Fiesta de Interés Turístico Provincial. Todas las miradas y cámaras apuntaban a ellos en una procesión que comenzaba puntual a las doce y media del mediodía desde la capilla de la cofradía con los más pequeños pujando al hombro al Santo Potajero y rotando cada poco mientras el sacerdote Álvaro Lobato realizaba el ejercicio del via crucis con diferentes paradas durante el itinerario.
Los que más madrugaron, desde las tres de la mañana de este miércoles y con numerosos preparativos durante los días previos, fueron los cofrades de Nuestra Señora de las Angustias y Soledad que se encargaron de preparar el tradicional potaje que se reparte tras la procesión. Una tradición que aúna gastronomía, espiritualidad y fervor popular que precisa el trabajo de decenas de personas para la elaboración de un potaje con mucho mimo, a fuego de leña, para el que utilizaron más de 325 kilos de garbanzos, 80 de arroz, 225 de bacalao, 120 de porretas, 15 kilos de pimentón y otros tantos de ajos, así como 160 litros de aceite que permitieron el reparto gratuito de más de 4.500 raciones, a lo que a mayores se suma el reparto de 50 kilos de pastas, 400 de naranjas y 300 barras de pan.
Una procesión con itinerario circular que tras pasar por la iglesia de El Salvador, regresó a la capilla de la cofradía pasada la una y media del mediodía para entonar ya a su finalización la tradicional cantilena de "Santo Potajero, lléname el puchero; llénamelo más, que está por la mitad”, tanto pequeños y mayores, con ingentes caras de felicidad.
Posteriormente, entraron al interior de la capilla donde se preparaba el potaje donde el prelado Álvaro Lobato rezó un responso por los difuntos que desde numerosos años atrás han hecho posible este potaje y para guardarles también un homenaje y recuerdo para ellos; mientras que, seguidamente, procedió a la bendición del potaje y repetir la cantinela al Santo Potajero para comenzar con el reparto y degustar una comida de Miércoles Santo que siempre es especial para todos los bañezanos.
Asimismo, cabe destacar que, además de con el alcalde de La Bañeza a la cabeza, Javier Carrera, y el resto de corporación municipal, la procesión contó con la participación del presidente de las Cortes de Castilla y León, Carlos Pollán, el subdelegado del Gobierno en León, Héctor Alaiz, el delegado territorial de la Junta, Eduardo Diego, y el vicepresidente primero de la Diputación de León, Roberto Aller, quienes también se encargado de parte del reparto del potaje.