La transparencia de las aguas del Curueño

Rafael Millán Acedo
01/06/2023
 Actualizado a 01/06/2023
En algún lugar de España: Al terminar el mes de mayo de 2023.

En León nació el parlamentarismo hace siglos. Magnífica noticia en cuanto a que con el parlamentarismo se puede hablar ya de los albores de la democracia, allá por la plena edad media. Pero tranquilos, que no se alborote la derecha, pues aún, en pleno siglo XXI, la democracia no ha llegado plenamente a ciertas comarcas de la provincia de León, en lo relativo a las elecciones municipales. Ejemplo, el Valle de Curueño.

Las aguas de este hermoso río arrastran ramas, piedras y despoblación, por no referirme a usos, formas y costumbres más propios del periodo de la restauración, cuando el caciquismo asolaba el patio hispano. Menos mal, que la decadencia, el atraso y la despoblación no contagian de sus negros augurios a las hermosas y apreciadas truchas. Y claro es, que ellas no piensan como bien refiere Einstein.

Será este el río del olvido, al que tan simbólicamente se refiere Julio Llamazares. Por allí nació una conocida Biblioteca, en esa aldea de la que nuestro conocido escritor dice que Valdorria no es un pueblo, es una aparición. Esa Biblioteca, yo mismo la vi nacer y yo mismo la fundé. Hoy la Biblioteca Maestros Rurales es un rumor del pasado, algo parecido a lo que se puede oír en los recodos del río. Pero los libros no desaparecen, por algún sitio han de estar, a mí me cerraron la biblioteca y eso que soy y sigo siendo el director. Entiendo, eso sí, que los libros son peligrosos, pues la gente se pone a leer y son capaces hasta de entender y diferenciar una planta trepadora, de un hermoso rosal.

Pero las aguas del Curueño bajan revueltas, y eso que apenas ha llovido, aunque el pasado domingo, el agua casi inundó las urnas. Mejor hubiese sido, pues en algunos pueblos, el resultado ya se sabe con antelación. Nada me ha de extrañar si en las pasadas elecciones municipales de este mes de mayo arrastran a más de uno y al secarse el lodazal aparece la democracia municipal, joven y reluciente. El sol de las montañas, la nieve y el frío pueden dar paso a una nueva primavera de Praga. Pero ojo, que la célebre ciudad checa, también es famosa por las defenestraciones. Yo lo que quiero es volver a ver los libros que envió Barak Obama, El presidente del Gobierno de España, el de México, la de Argentina, etc. Es un consuelo, que en aguas fangosas, con la semilla adecuada, nacen una de las más hermosas flores, la que tanto retrató Monet, los nenúfares. Los que ya ven en el estanque de mi casa. Los míos son blancos con bordes rojizos en la flor. También existen azulones, azul agabiotado, pero esos no me gustan.

¡Que bonita era mi biblioteca¡ ¡Que verde era mi valle¡. Verde y azul, ojo con los colores, pues allí se mantienen las viejas tradiciones castellanas de «tu vota a lo que yo te diga». Tradición castellana y extremeña, que de caciques, en Badajoz, también entendemos.

Y mira que me lo dijo el Rey (el hijo y el padre) cuando me mandaron una felicitación y un saludo por mi ocurrencia de fundar una biblioteca en un pueblo a 1500 metros de altitud, con una docena escasa de residentes. Mariano Rajoy, el buen hombre se portó, mandó una de las joyas en forma de libro, pero me gusta más el que me dedicó Pedro Sánchez, el suyo, ‘MANUAL DE RESISTENCIA’. Caso único en cuanto que un presidente del Gobierno escriba un libro durante su mandato. Winston Churchill, premio nobel de literatura y primer ministro del Reino Unido, también escribió libros. Pero después de ser Primer Ministro.

¿Y que es lo que me dijo el Rey?, pues eso, que me calle.

Allí en la Biblioteca, el PSOE celebró la ‘Fiesta del Libro’ cinco días antes de que Pedro Sánchez ganase la moción de censura. ¿Sería por eso?, por los libros y la fiesta, por lo que ganó la moción de censura a Mariano Rajoy.

Buenos pues nada, que la biblioteca se abrirá antes o después, pero que la abra el que la cerró hace más de dos años. Yo espero que sigan estando todos los libros y también espero, que si otra vez se cierra..., ¡que me avisen coño¡ Y espero que también esté el cuadro de San Froilán pintado por Lolo, expresamente para la Biblioteca.

Y por qué digo todo esto: Pues porque no me pienso callar.

Rafael Millán Acedo es el director de la Biblioteca de Valdorria.


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