Quitando un par de noches de estos últimos días bien podemos decir que el refrán todavía no se ha instalado en nuestro León. Estamos teniendo, como creo que también la mayoría de España, unos días como uno no recuerda y que, según los meteorólogos, todo ello debido al amenazante cambio climático presente en la mayoría de las conversaciones. Lo cierto es que, como aquí siguen sin asustarnos los calores, disfrutamos de lo lindo paseando por las calles, por cierto repletas de forasteros, y descansando a la sombra de las múltiples terrazas que desde la pasada pandemia se han multiplicado por doquier. No cabe duda que ahora, con los adelantos e información a los que tenemos acceso, valoramos mucho más el aire libre, sobre todo cuando no se vislumbra contaminación y esas noches serenas y frescas te invitan a su disfrute. Es cierto que los de aquí, que puedan, suelen ir a buscar mayoritariamente playas donde mojarse y ponerse morenos, entre otras cosas, para pasarlo por el morro a las amistades al volver. A cada cual lo suyo. Yo tengo un compañero que al ser trasladado a León por motivos de trabajo, en principio para un breve tiempo, y oriundo de las calurosas tierras andaluzas, me preguntó si aquí hacia mucho frió en invierno a lo que le contesté que bastante aunque era un frío seco y fácil de combatir con unas prendas adecuadas. Respecto al verano le comenté que aquí también hacia calor pero que en las noches se dormía sin ningún agobio por culpa del calor. Junto con el verano acuden a nuestra mente infinidad de recuerdos de cuando uno tenia menos edad y disfrutábamos de diferentes maneras. Unos gozándolo con la ausencia de los estudios y otros por los reencuentros veraniegos de las primeras sensaciones amatorias. El verano, no nos engañemos, es el preludio de la esperada etapa en la que ves de otra manera el horizonte. Montaña, playa y otros países son el destino elegido según los gustos y las posibilidades económicas de cada uno. Quien nos iba a decir cuando éramos incipientes adultos que, además de conocer diferentes puntos de España, podríamos visitar otros países que solo veíamos en las películas, incluso dudando de que fueran de verdad y que ahora, de mayores, podríamos conocer por unos precios, más o menos, asequibles, y sentirnos como los protagonistas de esas películas con la torre Eiffel y otros monumentos a nuestro alcance. Una cosa si la tengo clara, no es lo mismo el veraneo que el descanso vacacional. El verano, como su nombre indica, va relacionado con el sentir climatológico, mientras las vacaciones van ligadas, haga bueno o malo, a ese a tiempo en el que uno lo destina a no hacer casi nada sin otras obligaciones que las de tomar un desayuno fuera de casa, en una terraza, leyendo el periódico sin que ninguna obligación te atosigue ni horario que te persiga. En esas estamos. León se nos presenta estos días llenos de visitantes y caras nuevas que, a buen seguro, algo o mucho aliviaran, sobre todo, en nuestra hostería así como el comercio en general que buena falta nos hace para encarar mejor el resto del año. Y, lo dicho, para los que puedan, buenas vacaciones, porque la vida, para algunos, es fría como el hielo que entre más calor haga más se deshace en los perennes recuerdos. Y como dice la canción «No sé si el mundo es el de siempre pero yo lo veo diferente cuando tú no estas».

Sin frío en el rostro
08/08/2023
Actualizado a
08/08/2023
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