La negativa a admitir a trámite la celebración de un referéndum consultivo en las Cortes de León y Castilla sobre una autonomía de la Región Leonesa, con la excusa de cuestiones de forma, es la plasmación del miedo a la democracia. Castilla y León formaron una autonomía en contra de la Diputación de León, que se opuso en 1983. En 1984 se esgrimieron cuestiones de forma para no atender a los leoneses, como si el procedimiento pudiese ocultar la ilegitimidad de la Junta. Las cosas han cambiado poco: PP y Vox olvidan la democracia, y se escudan en cuestiones de forma, cuando solo depende de voluntad política.
La abstención del PSOE en la sesión de hace una semana no tiene pies ni cabeza: ¿ante una cuestión existencial de la configuración autonómica los socialistas no tienen opinión? Esa posición inexplicable solo puede obedecer a la división interna del partido. En León, la mayoría de votantes quieren la autonomía leonesa, pero en Valladolid no encaja. Tiene más militancia el PSOE de León, pero menos bragada que la de Valladolid. A la vista están las vergüenzas: León, como siempre, paga los gastos, mientras Castilla los disfruta. Puede que en algún momento el PSOE de León alcance la mayoría de edad, recupere la Federación Socialista Leonesa y abandone el bienquedismo, porque no se puede caer bien a todos.
Que el alcalde de León tenga que dar a conocer el conflicto leonés en Madrid, mientras otros supuestos representantes de aquí se ponen de perfil, evidencia que no sirven, que son unos bienpagados por su silencio. Acumulan mentiras: la última de Feve, que ahora aparece sin tramitación alguna, mientras declaraban que ya tenían los vagones, que los últimos permisos para circular se aproximaban y que era cuestión de meses que los trenes llegasen a la calle Padre Isla.
No es cierto, como alguien dijo en la UPL, que las próximas elecciones autonómicas sean como un referéndum. La configuración de España se decide votándola específicamente o en Las Cortes de España, no mezclada en un programa con el precio de la achicoria, como si fuese cosa menor. Las elecciones autonómicas eligen procuradores. Esto es mucho más grueso.
Tampoco hay duda sobre qué circunscripción votaría en un referéndum como el propuesto. Lo dice el artículo 143 de la Constitución: los sujetos de decisión y consulta son las provincias. Ni es la Región Leonesa, como algún leonesista doctrinario quisiera, ni el conjunto de la autonomía actual, como apuntaban cortinas de humo populares.
En cualquier caso, esta negativa de las cortes autonómicas elimina la sexta vía hacia la Autonomía Leonesa. Quedan otras cinco: todas pasan por Madrid.