Maximino Cañón 2

Del piropo a la maldición

17/10/2023
 Actualizado a 17/10/2023
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El piropo, según la RAE, «es un dicho breve con que se pondera alguna cualidad de alguien, especialmente la belleza de una mujer». Las cosas actualmente han cambiado y, salvo pocas excepciones, no es habitual echar piropos por la calle resaltando las cualidades del género femenino, generalmente.

No sé si eso de piropear se puede considera como algo machista o, simplemente, es la expresión de algo que uno percibe al apreciar, entre las mujeres generalmente, unas figuras dignas de llamar atención entre los varones, y si eso les gusta o no a las destinatarias de esos mensajes.

Como en todo de lo que se trata es de que los piropos sean agradables y sin ofender. Quién, entre los hombres, sobre todo, no ha vuelto la vista atrás para mirar cuando pasa una mujer, como vulgarmente se dice, de bandera, de las que dejan huella allá por donde pasan.

Siendo joven me recuerdo de un piropo que escuché al pasar una señora con una hija en edad de merecer, de los muchos que se decían, que se me quedo grabado, y que decía lo siguiente: «Señora, hijas como esta tenía usted que dar a luz una cada veinticuatro horas», a su manera era una forma de resaltar la belleza de la mencionada hija sin ofender con el piropo, lo cual, a su vez, le llenaba de orgullo por tratarse de ensalzar a lo más que querido que una madre puede tener y de lo que ella puede, sin ninguna duda, considerarse artífice de ello.

Con el tiempo y con las libertades en general, las cosas han cambiado, y hoy no es frecuente escuchar algún piropo dirigido a las chicas, sobre todo si es ofensivo, pues lo más seguro en que rebote y les haga sonrojar a quienes lo formularon.

Como es sabido, y de justicia, se acabó la supremacía injustificada de los hombres sobre las mujeres las cuales, hoy día, con una formación igual o superior que los hombres como lo de demuestran las estadísticas, no se dejan amilanar ante una palabra inconveniente, venga de donde venga.

Siguiendo con la misma fuente: RAE,( Real Academia Española), la ‘maldición’ se refiere a «una imprecación que se dirige contra alguien o contra algo, manifestando enojo y aversión hacia él o hacia ellos, y muy particularmente deseo de que le venga algún daño». 

En otro caso me refiero lo que escuché a una persona, con muchos grados de líquido etílico encima, al serle negada por el dueño del establecimiento de bebidas una botella de vino, como venganza, le dijo lo siguiente: «Ojalá vivas cien años, pa que sufras», lo cual conllevaba una mala vivencia en el tiempo por quien emitía la citada maldición expresada de esta manera.

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