Corresponde este título a una fábula popular que inmortalizó el gran músico Serguéi Prokófiev en una composición sinfónica genial. Y muy conocida.
Dicho esto, nos remitimos al pensamiento inicial de lo, que para muchos lectores, representan Pedro y el lobo, o los lobos que lo rodean, siendo Pablo Iglesias el macho alfa de la manada.
Como bien sabemos en las montañas de León y de Zamora, los lobos buscan votos entre las ovejas y, siendo tan taimados y trapaceros, los consiguen a base de frases hechas. Mentiras y promesas y regalías. Sin ir más lejos, muchos ejemplares de esta especie merodean por los despachos del parlamento y otras instituciones, que han convertido en un ‘chorco’. Se enseñan los dientes, se muerden y no producen nada, salvo ruido, pero tienen buenos estómagos y se alimentan de las mejores carroñas.
Como dicen algunas sabias personas, con cierta ambigüedad: «No queremos hijos con buenos principios». Una parábola que parece hecha para Sánchez. El cual, desde el comienzo, se alió con lo peor de lo peor. Ya llevan tiempo más que suficiente ostentando el poder, a base de decretos que menoscaban la libertad de los españoles y la configuración de España, que ha alcanzado las peores cotas de penuria, en economía, sanidad y educación. Respecto a esta última, pronto veremos cómo resulta, desde el preciso momento en que comienza el año escolar, que puede resultar mes, semana o día, ante tanta improvisación y tanto experto, al margen de los educadores Una cuestión tan ardua de la que Pedro se ha zafado dejando el problema en manos de las autonomías, para salvarse a sí mismo.
No se concibe tanta confianza en los entes autonómicos, donde se fraguan los mayores dispendios en museos, universidades, estadios y palacios de dudosa utilidad. El caso de León es notorio que, estando en una autonomía de tercera división,
contempla el desmantelamiento de sus empresas y los proyectos que se eternizan. El tejido industrial se oxida y la población emigra donde puede porque, tal como está el país, cada vez es más difícil encontrar sitio.
Volviendo al cuento –colorín colorado– al final Pedro, el pájaro, el lobo y el pato gue grazna en el estómago del lobo, se hacen amigos. Un final feliz –contra natura– que puede resultar más tráfico de lo que imaginamos.

Pedro y el lobo
02/09/2020
Actualizado a
02/09/2020
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