La impaciencia de Feijóo ha dado sus frutos y finalmente Sánchez ha movido ficha, callado como una almeja muda y después de pensarlo mucho.
En realidad, lo que se dice ‘mover’, no ha movido tanto. En el fondo, lo que quiere es permanecer en el poder. Y lo ha conseguido, mientras los satélites de esa izquierda siniestra revolotean en torno a él, esperando algún favor. Pero con Sánchez nadie puede estar seguro de nada, ha mentido demasiado. Carece de amigos desinteresados, de afectos, y ni palabra, ni moral. Bajo la cáscara, soberbia, ambición y mendacidad.
Algunas de las agrupaciones que lo apoyan no van más allá que conseguir dinero para subsistir e ir tirando. Más que partidos políticos parecen peñas de ‘collacios’, como Izq. Asturiana, el Drago Canario, la Chunta ¡chunda! y la abundancia de almorávides de Iniciativa Andaluza. Estos y otros que no merecen ser mentados, actúan como disolventes del Estado.
Pero lo que me hiela la sangre son los planes que puedan salir de este gobierno. No echaremos de menos a Echenique ni a Iglesias, ni las amigas feminazis de los millones de Montero. Pero lo que más miedo me da es el poder en manos de Yolanda Díaz, lo que ésta llama una «economía moderna» que nos acercará al Capital de Marx, suponiendo que lo haya leído. Gravar a las eléctricas, a la banca, grandes empresas y, finalmente a la menguante clase media. ¡Cómo lo vio venir Del Pino! Abriendo el camino a otros que ya lo piensan: Repsol, que cuenta con grandes proyectos fuera de España, y otras treinta en el último año, cuyos capitales huyeron de este infierno fiscal.
Otra iniciativa letal es «La agenda Verde…» que llevará al campo a la prehistoria de ‘En busca del Fuego’. Prepárense los agricultores y ganaderos. Porque si ahora estáis mal, peor estaréis cuando estos ecologistas de salón os lleven a la ruina. Por no dejar nada intacto, está la humillación de las Fuerzas Armadas en Cataluña, Vascongadas y todo el Estado: Desarme, desautorización y falsas promesas de equiparación con las policías autonómicas.
Eliminadas la agricultura y ganadería, el paisaje de España será el de acudir a grandes superficies para comprar la fruta y hortalizas de Marruecos. El campo para las alimañas, campos de golf y macro discotecas donde, si entras será de camarero. Los autónomos desaparecen, día a día. Es proverbial la incapacidad de esta nefasta Díaz, cuya intención sobre las líneas aéreas provocó un desplome de la Bolsa.
En el entorno de Podemos y queremos muchos se preguntan: ¿Qué será de nosotros, si fuera de la política no somos nada? Ni experiencia laboral ni cotización. Pero el problema es nuestro y los que vienen, no harán buenos a los precedentes pues son «harina del mismo costal».