maximob.jpg

Ministerio de infancia y juventud

28/11/2023
 Actualizado a 28/11/2023
Guardar

A más de uno nos ha sorprendido, no vamos a decir si grata o ingratamente, la creación de un nuevo ministerio llamado de ‘Infancia y juventud’. Algún mal pensado dirá que se trata de crear un alto puesto de trabajo para premiar a alguien, en este caso a la nueva ministra, Doña Sira Rego. Pero en principio la idea parece buena, puesto que de los niños y los jóvenes depende el futuro, pero también porque es preocupante el incierto futuro de niños y jóvenes. No está nada claro. Sin embargo nuestro optimismo se desvanece si miramos el currículo de la ministra y en especial su admiración por Lenin y la consiguiente militancia comunista, habida cuenta de la obsesión del comunismo para que a los niños los eduque el Estado y no los padres.

Se dice que lo que pretende este ministerio es ayudar a tantos niños y jóvenes que se encuentran desprotegidos, víctimas de la pobreza. Nos parece bien, pero eso se hace ayudando a los padres, a las familias a que tengan los medios para sacar adelante a sus hijos. Otro problema serio es el de la educación. No está en su mejor momento. La vigente ley de educación, aprobada con nocturnidad y alevosía en plena pandemia, sin contar con la comunidad educativa, no parece el mejor camino para crear personas bien formadas, sino más bien maleables y sumisas. No se favorece la verdadera formación integral y se aprovecha para un adoctrinamiento sesgado, para inculcar determinadas ideologías. Se tiende a no valorar el esfuerzo y a tratar de igualar a todos por abajo. El profesor pierde autoridad y el fracaso escolar está servido. ¿Abordará estos problemas el nuevo ministerio?

Muchos jóvenes están desmotivados, puesto que España lidera el paro juvenil en Europa y el actual ambiente sociopolítico no favorece la inversión y creación de puestos de trabajo. Los valores inspirados en el Evangelio, que durante siglos han tenido tanta influencia positiva en Europa, son ahora combatidos y ninguneados. Para muchos la vida carece de sentido y por eso aumentan los suicidios. La progresiva destrucción de la familia no es el mejor ambiente para que los niños y jóvenes se sientan felices. Las nuevas tecnologías, que tienen cosas muy positivas, están haciendo mucho daño. La pornografía es un verdadero virus y las conductas delictivas impunes de muchos menores de edad van en aumento. ¿Piensa hacer algo al respecto la nueva ministra? Pero sobre todo, si los hijos son de los padres, ¿qué podemos esperar de ellos? Los mejores ministros deberían ser los padres.

Lo más leído