Javier Callado 2025

León y el Teatro Emperador

04/12/2025
 Actualizado a 04/12/2025
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El acuerdo para la recuperación del Teatro Emperador ha recogido el apoyo unánime de los sectores sociales, políticos y económicos. La ciudad legionense es de las pocas que carecen de un teatro histórico recuperado, al contrario de lo que sucede en Oviedo (el Campoamor), Orense (el Principal), Zamora (el Ramos Carrión), Palencia (el Principal), Ponferrada (el Bergidum) o Valladolid (el Calderón, el Lope de Vega y el Carrión), o incluso en poblaciones más pequeñas, como Benavente (el Reina Sofía) o La Bañeza (el Municipal). Recuperar el Teatro Emperador es una deuda con León. 

Además, la pérdida de este teatro, cerrado hace casi 20 años, sería un atentado contra el patrimonio. El anuncio del ministro Ernest Urtasun llega tarde y tiene cierto tufo preelectoral, sin embargo, debe servir para dar solución a un problema de interés general, como sería la ruina de un teatro histórico. Se trata de un diseño de 1949, firmado por tres reputados arquitectos, que abrió sus puertas al público en 1951: hace tres cuartos de siglo. No debe importar lo que pase con las elecciones, si nadie está en contra.

El traspaso a la Diputación de León, una vez esté recuperado, puede no ser la vía más acertada, pues carece de experiencia en la gestión teatral y, además, debería dedicarse a poblaciones de menos de 20.000 habitantes. Pero esto no pasa de cuestión secundaria: primero hay que recuperar el teatro

Ampliando la perspectiva, la apertura del Emperador tiene un alto valor. Comparte edificio con establecimientos comerciales y hoteleros, lo que constriñe, pero la instalación debe experimentar una adaptación de la sala de butacas a los criterios de seguridad, visibilidad y acústica actuales. El pequeño espacio escénico deberá ser ampliado y transformado. Podría ser necesario ocupar un carril de la calle Puerta de la Reina –mediante la modificación del plan de urbanismo–, pero con la actualización adecuada puede ser un teatro a la altura de cualquiera de su clase.

La apertura del Teatro supondría la creación de una manzana cultural. En el entorno se encuentran el auditorio de Fundos, el Edificio Fierro, el Archivo Provincial, la Sala Provincia, el salón de actos del ILC, la Biblioteca Pública del Estado, el conservatorio de música, el Auditorio Ángel Barja. Exposiciones al pie de la muralla podrían completar esta oferta. El aparcamiento de Santa Nonia debería ampliar la accesibilidad a este núcleo. Ofrecer cultura sin aparcamiento, o llegar a una actuación mediante una carrera de obstáculos es una quimera. Un estacionamiento vertical podría resolver la hostilidad de la capital, porque no todos viven en el centro de León.

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