Mucho han cambiado las fuerzas del orden –creo que se dice así– desde que García Lorca decía aquello de «guardia civil caminera».
Siendo diversas instituciones las que se preocupan por la convivencia –aparte lo de Cataluña, Navarra o Vascongadas que con su pan se lo coman–, la Policía Local es la más cercana y competente.
En otro ámbito está la Benemérita con un número de competencias desorbitado: el mundo rural, la montaña, fronteras, drogas, carreteras y terrorismo y más recientemente la corrupción en las más altas figuras del Estado, hacia la presidencia, por la UCO.
La otra es la Policía Nacional, que pasa más desapercibida. Los he conocido como «grises», «maderos» a tenor del color de su indumentaria. Fueron muchas las carreras que tuvo que dar mi generación para escapar a la violencia de los grises. Una violencia desatada hacia unos estudiantes y paisanos que protestaban contra la ‘Dictadura’, cuando Franco estaba ya negociando con la muerte. Tal que Max Von Sydow, en el ‘Séptimo Sello’.
Aprecio cierta competencia entre la Civil y la Nacional. Cuando las dos luchaban contra el terrorismo, ocurría a veces que ambas andaban rondando en el mismo caso, y la precipitación por llevarse el mérito de la operación, daba al traste con el caso.
Paradójicamente, las dificultades de ambos cuerpos han aumentado considerablemente en la supuesta democracia. La promesa de Marlasca de equiparar el salario con los de las policías autonómicas quedó en el aire. La dotación de medios es a menudo insuficiente, deficiente o escasa. Los narcotraficantes amarran en las playas de Málaga o remontan el Guadalquivir impunemente. Ahí está el luctuoso caso de dos guardias que fueron mandados a la muerte en Barbate.
El problema es que tienen unos superiores ineptos, impuestos por el gobierno para tapar los escándalos de los políticos corruptos y degenerados. ¿Qué se puede esperar de un Marlasca, un Ábalos, un Koldo o una Leyre? O del alto cargo de Valladolid que se quedaba con la droga requisada?
Apuntad bien porque estos politicastros, este gobierno en descomposición, son los que os perjudican, no los jóvenes que se manifiestan, ondeando las banderas de España mientras la democracia se desvanece.