Una ciudad amable

La progresiva peatonalización de las calles, los carriles bici y la eliminación de las barreras arquitectónicas hace que núcleos urbanos históricos como León sean cada vez más accesibles. Pero aún queda mucho por hacer a todos los niveles

Aún sigue habiendo barreras arquitectónicas así como una circulación excesiva de coches en los centros
27/07/2020
 Actualizado a 27/07/2020
La concienciación sobre un urbanismo sostenible, ecológico y accesible es cada vez mayor. Los planes para crear ciudades cada vez más amables para todo tipo de personas se están desarrollando poco a poco en la mayoría de los núcleos urbanos, como se puede ver estos días en León, donde la polémica peatonalización de Ordoño II se ha visto refrendada con las obras de Legio VII o algunas calles sin vehículos durante los fines de semana. Los carriles específicos para las bicicletas son aún escasos en urbes como la capital leonesa, donde las cuestas son pocas y, por tanto, la facilidad para utilizarla como medio de transporte, al margen del uso deportivo o de ocio.

Pero aún queda mucho por hacer a todos los niveles, por más que se haya avanzado más de lo que se pueda creer. Aún sigue habiendo barreras arquitectónicas, como las que soportan personas con discapacidad que tienen que ir en sillas de ruedas, y se sigue produciendo una circulación excesiva de coches en los centros de las ciudades, que solo se han podido dar un respiro durante el confinamiento. Los planes para lograr espacios sin vehículos siguen su curso, pero también tienen sus detractores, como los comerciantes, que temen perder clientes puesto que no se van a poder desplazar hasta el establecimiento en coche. Pero la tendencia hacia los núcleos urbanos con cada vez más metros cuadrados para los peatones parece caminar sin prisa pero también sin pausa.
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