La decisión del Parlamento Europeo de apoyar la rebaja en la protección del lobo supone un giro significativo en la gestión de la fauna salvaje, especialmente en territorios como la Cordillera Cantábrica, donde la convivencia con la ganadería extensiva lleva años tensionada. El dictamen favorable allana el camino para que los Estados miembros apliquen medidas más flexibles, adaptadas a la realidad de sus entornos rurales. El lobo ha dejado de ser una especie en riesgo en buena parte de Europa, y su expansión incontrolada ha derivado en crecientes ataques al ganado. Esta situación ha generado malestar entre los ganaderos, que reclaman desde hace tiempo una política equilibrada que garantice tanto la conservación de la especie como la viabilidad de sus explotaciones. La iniciativa aprobada en Estrasburgo abre la puerta a una gestión más racional del lobo, en la que la protección no sea absoluta, sino compatible con las necesidades del medio rural. Se trata de avanzar hacia un modelo que respete la biodiversidad sin sacrificar la sostenibilidad económica y social del campo. Una decisión que acerca Europa al equilibrio entre ecología y realidad.
Un paso firme hacia el equilibrio rural
La Unión Europea respalda reducir la protección del lobo tras años de conflicto entre ganaderos y fauna salvaje, con lo que viene a dar la razón a la Junta y a quitársela al Gobierno de Pedro Sánchez
06/06/2025
Actualizado a
06/06/2025
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