Son muchas las estadísticas que reflejan el poco peso que la industria tiene en el tejido productivo de la provincia de León. No en vano, la reindustrialización es siempre una de las principales exigencias en las grandes manifestaciones que se han convocado por el futuro de esta tierra. Y el cierre de la azucarera de La Bañeza es sólo el último de muchos mazazos para un sector que pierde peso en el mercado de trabajo e incluso en el energético. Así lo atestiguan los últimos datos facilitados desde el Ente Regional de la Energía (Eren), que se refieren al pasado año y que en la provincia de León reflejan un aumento de un 1,2%, en el consumo eléctrico hasta rozar los dos millones de megavatios a la hora. Sin embargo, analizando los datos desglosados, podemos observar que la subida se centra en el consumo eléctrico de uso residencial (+2,4%) y en los servicios (+6,1%), mientras que en el caso de la industria se registra una caída del 3,4%. Burgos y Valladolid lideran el consumo eléctrico en este sector y ello da buena muestra de que son las provincias más industrializadas. Por eso es importante que León siga trabajando en ganar músculo en este tipo de actividades productivas mediante la ampliación de suelo empresarial y el apoyo a las empresas de polos tan importantes como el biofarmacéutico, el siderúrgico, el agroalimentario o el textil.
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