Decisión inaceptable

El cierre de la planta de La Bañeza revela la deslealtad de Azucarera con el territorio leonés y evidencia el desprecio de la empresa por el medio rural, pues mantiene en cambio plantas en otras provincias

28/05/2025
 Actualizado a 28/05/2025

La decisión de Azucarera de cerrar su planta en La Bañeza es un duro golpe para el tejido económico y social del sur de León. Con este anuncio, la empresa da la espalda a un territorio que durante décadas ha sustentado su negocio y al que ahora le devuelve precariedad, incertidumbre y abandono. No se trata de una reestructuración inevitable, sino de una elección empresarial que prioriza los beneficios a corto plazo sobre la responsabilidad social y territorial. Azucarera, propiedad del grupo británico ABF, ha incumplido reiteradamente compromisos con los agricultores y trabajadores de la zona, debilitando progresivamente la producción local. El cierre no solo afecta al empleo directo, sino también a toda una red de agricultores remolacheros, cooperativas y servicios vinculados. Es el resultado de una estrategia planificada de desmantelamiento que desprecia el arraigo y el desarrollo rural. Las instituciones deben responder con firmeza ante esta deslealtad. No se puede permitir que una multinacional abandone el territorio sin asumir consecuencias. León necesita inversiones, no deserciones. Azucarera demuestra que no está a la altura de su nombre ni de su historia. Y lo más grave: deja claro que, para ella, el medio rural es prescindible. Eso es inaceptable.Es la hora de la política, aunque los leoneses no confían demasiado en ella por los numerosos reveses que se han llevado hasta la fecha.

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