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El caballo de Troya

14/06/2023
 Actualizado a 14/06/2023
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Los mitos griegos no son meros cuentos, sino una interpretación de las inquietudes humanas. Las mejores y las peores. Por eso han pervivido desde tiempo inmemorial hasta la actualidad y algo tendríamos que aprender de éstos.

Homero, el bardo ciego, nos refirió en la Odisea las desventuras de Ulises, el hombre astuto que hizo posible la destrucción de Troya con el famoso caballo de madera, preñado de guerreros que fue adoptado como un regalo e introdujo al «enemigo en casa». Los ingenuos troyanos vieron cómo su urbe era arrasada. Durante siglos se pensó que Troya era una quimera. Hasta que un alemán contumaz –Schliemann– comprometiendo su fortuna en excavaciones y proyectos y dio con las ruinas.

Dicho esto ¿a qué me recuerda esta ingenuidad de meter al enemigo en casa? Un felón, acompañado de rufianes, que desprecia a su país y a quienes lo pueblan. Primero mentir, prometiendo que no iba a hacer lo que luego hizo: cargarse el país. Por citar algunos casos, apenas llegado Sánchez se produjo una gran mortandad que no se consideró ni se supo cómo atajar. El Parlamento estuvo cerrado y éste aprovechó para emitir decretos-ley que le iban allanando el camino para su obsesión. Hace poco prometió una enorme cantidad de viviendas para engatusar a los españoles. Pero hablar de vivienda en el círculo del PSOE, es hablar de fraude. ¿Cómo es posible en tan escaso tiempo el casoplón de Iglesias? Lo mismo sucede con la fortuna de Gámez, al frente de la Benemérita, gracias a Marlaska. Incluso Zapatero –que cambia más de vivienda que un cangrejo ermitaño– descansando en la costa de Famara.

En el plano del absurdo, con los mismos personajes y memeces: ordeñar a las vacas es abusar sexualmente; el gallo viola a las gallinas; los perros con los mismos derechos (o más) que los humanos; los jueces son tildados de fachas y los delincuentes a la calle. En todo caso, siendo la estupidez dañina, peor es el daño deliberado al País.

Así Garzón se dedicó a desprestigiar la carne; pasó con el pepino de nuestras huertas y se han superado con la patraña de las fresas, hasta que Huelva no levante cabeza. ¿Será una venganza contra Andalucía por los malos resultados obtenidos? Con Sánchez todo es posible, desde que puso asesinos convictos en su corte. Para ahondar más, invita a cuatro impostores alemanes, con la cartilla leída, que desacrediten los productos españoles.

Sin embargo, no seremos tan malos cuando millones de germanos viven en España; veranean en nuestras costas; se benefician de nuestra Sanidad; invierten y consumen nuestros alimentos… y cervezas.

En su labor de zapa, los Frankenstein dejan unas escuelas que no enseñan; hospitales que no sanan; juzgados que no imparten justicia; policías dirigidos por corruptos; embajadas que ensucian a España y unas instituciones infectas por millares de amigos y vendidos al poder.

Arruinado el campo, los productos vendrán de Marruecos; el aceite de Italia; las naranjas de Israel; la leche y las patatas, de Francia; las legumbres de Estados Unidos y todo lo demás de China.

En contrapartida, bares, pubs, discotecas, puticlubs, campos de golf, garitos y espléndidos espectáculos para que la Europa del Norte, se divierta. Algo así como la Cuba de Batista hasta que llegó Fidel: «Se acabó la diversión, llegó el comandante y mandó a parar» .

¿Quién podrá detener esta deriva? El pueblo y sólo el pueblo, con soberanía y la dignidad que no está en venta.
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