Cuando en un país, con una Constitución con un fuerte carácter socialdemócrata como España, se habla de liberalismo, se hace de manera peyorativa y en muchas ocasiones, se utiliza como insulto. Una manera de decir que alguien es una especie de persona deshumanizada que quiere terminar con toda garantía social, en su afán capitalista por amasar fortuna pese a quien pese.
Sin embargo, el liberalismo es mucho más que la caricatura que desde la mayoría de partidos políticos españoles se inculca a diario en la mente de la sociedad. Es una filosofía de vida de los que creemos en el valor del individuo por encima del propio colectivo en el que se le quiera incluir, el fomento de la iniciativa privada y la resistencia a la cada vez más excesiva injerencia gubernamental en la vida privada de las personas.
Esta resistencia del liberalismo no significa que se quiera terminar con la sanidad o la educación, como alguno critica, sino que se cuestiona quién tiene que trabajar para quién. ¿Es la administración y cada gobierno los que tienen que estar al servicio de los ciudadanos, como nos intentan hacer pensar cada vez que nos citan ante las urnas, o somos los ciudadanos los que tenemos que trabajar, poner nuestro esfuerzo y aportar gran parte de nuestros recursos a favor de una administración cada vez más hipertrofiada y dependiente del poder político?
Yo lo tengo claro, pero al parecer la mayoría de españoles están satisfechos con tener cada vez menos capacidad de decisión en pos de la seguridad, la salud, el medio ambiente… o cualquier argumento con el que nos quieran atemorizar para que sacrifiquemos una de las cosas que más nos caracteriza como seres humanos. La libertad.
Este concepto liberal está representado en la frase ‘Don´t tread on me’, que a los más ‘metaleros’ les sonará por ser la quinta canción del ‘Disco negro’ de Metallica, pero cuyo origen está en la ‘Bandera de Gadsden’. Una bandera creada en Estados Unidos en 1775, durante la revolución americana, en la que se muestra una serpiente enroscada, como símbolo de lucha contra el intento de opresión e imposición de otros, sobre fondo amarillo y con el lema ‘Don’t tread on me’ o como se podría traducir en español ‘No me pises’ o ‘No pases sobre mí’. Realmente a mí lo que me parece extraño es que no haya más espíritu liberal en España con lo guerreros que fuimos.
Les invito a que lean la ‘Ley de bases y puntos de partida para la libertad de los argentinos’ promulgada por Javier Milei, o por lo menos el artículo 2. Algunos les gustará más o menos el estilo de Milei, pero lo que dice es una clara propuesta de intenciones que suscribo al 100%.
La promoción del derecho fundamental a la libertad individual, la protección de los habitantes y de su propiedad privada, la profundización de la libertad de mercados, la atención de los derechos económicos, sociales y culturales, la organización racional y sustentable de la Administración Pública… son algunos de lo que recoge ese artículo.
Viva la libertad, ¡carajo!