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Desdiciendo a Manrique

24/01/2024
 Actualizado a 24/01/2024
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Sin pestañear, como en el cine. Bastante mejor cuando nos encontramos ante «lo nunca visto», porque mirando al pasado. Nunca desde Fernando VI se ha mentido con tanto desparpajo como lo hace el inicuo presidente que soportamos.

Veamos. Cuando se desató la gran epidemia vírica se impusieron, para el adoctrinamiento de la población, ciertas medidas higiénicas de más que dudosa legalidad y efectividad. El primer fichaje, el tal Simón desaparecido en combate, diciendo que «apenas eran cuatro casos». El que ahora es separatista y dentro de un rato no, es el exministro Illa que mintió, vendiéndonos la colaboración de varios científicos que se sacó de la manga, como mago un conejo. Se implantó la dictadura de las mascarillas; el confinamiento, como si esto fuera el gueto de Varsovia y a otras situaciones tan trágicas como absurdas. Hasta correr por la Candamia era un problema, dependiendo del guardia que te parara. «Anda, sigue» o «Una multa» ilegal, por supuesto. Por la calle nos cruzábamos de acera para no coincidir con nadie. Bien saben los dictadores que el miedo es un ‘anticuerpo’ para la libertad.

Con el tiempo, el hastío hizo que la gente cambiara el sentimiento de miedo por el de entusiasmo y salían todas las tardes para cantar y agradecer no sé quién, ni de qué. Salvo que fuera un conjuro para espantar la enfermedad.

Diríase que aquello funcionó porque el personal pulula por las calles y forma grandes aglomeraciones en las ‘rebajas’. Nunca el turismo de clase media-baja fue tan intenso. Como si no hubiera un mañana. No podemos asegurar, como César Manrique, que «cualquiera tiempo pasado fue mejor». Acaso dentro de unos meses por el desgobierno, la corrupción y la desigualdad entre los ciudadanos y las regiones. En aumento exponencial.

En cuanto al virus en su versión ‘enfermedad X’ está presente en varios países y viene a ser la versión, corregida y aumentada del covid-19. Mucho más letal; que nos pillará desprotegidos.

Los hospitales están saturados y los enfermos languidecen en los pasillos y galerías por la escasez de médicos y medios. Ante esto, poco o nada dicen los medios del gobierno que, a la epidemia la llaman «gripe» y a la gripe «resfriado».

Pero lo primordial en estos días, son las componendas con los separatistas y terroristas, que son tan poco fiables como el propio gobierno. Lo de menos, es que la gente siga amenazada y el gobierno se inhiba, dejando a las autonomías la responsabilidad. Un día te dicen que uses la mascarilla, otro que no y te incitan a vacunarte, sin criterio médico, sin tus incompatibilidades y bajo tu responsabilidad. Ya no servimos ni para votar. También lo hacen ellos por nosotros.

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