De vergüenza

Me viene bien el título para reivindicar la diéresis, que está en vías de extinción por falta de uso y de lectura. Al hilo. Cuando de joven viajaba por Europa –no había Erasmus, sino trabajo– sentía las miradas de la gente con indiferencia o conmiseración. Todavía éramos la última dictadura, con la RDA, de la Europa Occidental y Portugal se había zafado del salazarismo un épico 25 de abril.

Desde entonces, el tiempo ha transcurrido, a pesar de lo cual,ha despertado en mí, la misma sensación de ansiedad. Antes, la dictadura era el oprobio nacional. Hoy la aparente democracia –si hay que llamarla así– también. La mentira es la ley, la ley es mentira y la Ley de Leyes, se salta con más facilidad que el pastizal de un despoblado de Omaña.

España se ha convertido en un puzle, confeccionado por unos nacionalistas que la odian, desprecian, mientras Sánchez mantiene una actitud complaciente y beatífica. Lo que quería es el poder y ya lo tiene. Independencia, caos, ruptura, España nos roba…Qué más da. Todo está dicho. Pero cualquier día se saldrán con la suya.

Todo son trampas y el doctor Sánchez, dejando que los demás decidan, no infunde confianza. Más claro y más alto hablan Torra, Rufián, el prófugo y los pro-etarras. Con contundencia y un tono prebélico. Ya dijo Pablo Iglesias «que manden tanques a Murcia»... Para estos ‘vende biblias’, España es como un laboratorio, donde se llevan a cabo experimentos inéditos y aventuras, para ver qué sucede y cómo reacciona la plebe. Pero, cuidado con las bromas. Aun salvando las distancias, no puedo evitar establecer cierta similitud con los experimentos de Mao y su Revolución Cultural o de Pol-Pot en Camboya, para ‘reeducar’ a los ciudadanos. ¿No dijo Iceta, el bailarín, que todos los españoles teníamos que hablar catalán? ¿No dijo Celaá, que los hijos no eran de los padres? Si al menos, se hubiera limitado al padre, padre, habría tenido más acierto, pero es algo corta y no aprovechó para atacar a los varones. Por último, habría mucho que decir, la vergüenza nacional de Ábalos, cobijando a la proscrita Delcy Rodríguez, y complacer a sus socios de gobierno. Los que cobran de las mafias de Maduro y de Morales. Pero se entiende, pues ni el perro más fiero muerde la mano de quien le da de comer.