El PP de León es un chollo en sí mismo. Y una verbena, aunque sin organillo ni cadenetas. A su sombra y cobijo, cada cual puede hacer lo que le venga en gana sin que su presidenta, la dúctil y complaciente Ester Muñoz, diga esta boca es mía. Que a un afiliado, por ejemplo, le da por hacer pipí en una de las equinas del interior de la sede o en la puerta de su despacho, pues nada, qué le vamos a hacer; la jefa coge la fregona, retira la meada y tal día hizo un año. Luego aclararía que había goteras. Ejemplo de democracia y convivencia pacífica.
Y es tan capaz y benévola doña Ester en el desarrollo de sus competencias y encargos, que, al final, como un seráfico y barbudo capuchino del venerable San Francisco, perdona cualquier pecado. El que sea. En consecuencia, ¿que la aspirante a alcaldesa por el Ayuntamiento de León se le sube al bigote, la pisa un callo y se descojona de ella y del partido?, pues se la premia. No seas mala –le viene a decir–, compórtate y no lo hagas más. Ego te absolvo a peccatis tuis in nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti.
El ‘pecadillo’ de la electiva, que los medios han calificado de esperpento, resulta grotesco. La ‘number one’ va por libre, anuncia lo que le da la gana y se cisca en quien se le ponga por delante. Aquí mandan sus reales. Y el partido a tragar y a tragar a pesar de las anginas. Y en vez de ponerla de patitas en la calle junto al río Bernesga, con una palmadita y un ‘adiós, muy buenas y que te vaya bien’, la ‘jefa’, doña Ester, anuncia que «es, ha sido y será la candidata». Toma, Jeroma, pastillas de goma. ¿Se puede ser más torpe en la acción política?
Recapitulemos. En estos momentos la ‘aspiranta’ a edil mayor es una simple concejala en la oposición. Y portavoz, claro, del grupo municipal ‘pepero’, eso sí. Este es su grado y encomienda. Supóngase que llega a alcaldesa con mando en plaza y bastón en diestra. Supóngase. Si ahora ha sido capaz de enfrentarse al ‘aparato’, montar un escándalo de tres pares de huevos, poner en solfa a la organización y enrarecer en mayor medida el ambiente entre los afiliados y simpatizantes, ¿qué podría correr por su cabecita cuando se pueda pasar por la entrepierna lo que le indique el partido? Se admiten apuestas. ¿Y eso no lo han considerado doña Ester y don Mañueco ante los últimos sucedidos? O no asimilan, o no pisan tierra firme.
En el PSOE se deben estar frotando las manos y abrazándose como gavillas. Incluidos José Antonio Diez con Javier Alfonso Cendón. Y en Vox, ni que decir tiene. Estarán como locos de contentos. Menuda pedrada. ¿Y en la UPL?, una fiesta, oiga. Más bien, un festival leonesista. Y es natural. Si ya había dudas en la ciudad sobre la idoneidad de la candidata conservadora, la interrogante se ha despejado. Vía libre a los sueños ajenos. ¡Qué pena!
De mal en peor
15/04/2023
Actualizado a
15/04/2023
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