Alfonso B&W

El culo de la Virgen

28/03/2024
 Actualizado a 28/03/2024
Guardar

Quizá no nos demos cuenta, pero la vida es esa sucesión de momentos que discurren entre que bloqueamos y desbloqueamos nuestro móvil. Y quizá no nos demos cuenta porque esos momentos son cada vez más breves. Quizá ya sean mayoría –por poner un ejemplo– quienes ven las procesiones a través de una pantalla en lugar de con sus propios ojos pese a tenerla delante de las narices. Todo sea por aparentar y grabar un vídeo para los enredos sociales como si de verdad a alguien le importase dónde estamos.

Aparentar es sin duda el verbo de la semana. De cualquier semana, me atrevería a decir, pero especialmente de ésta, en la que quienes viven su pasión cofrade desde dentro tienen que mirar para otro lado si quieren evitar la blasfemia o cualquier otro pecado al tener al lado a los que sólo la viven desde fuera.

Por aquí anduvo el presidente de esta nuestra comunidad para subir una foto a la nube y copar una primera plana que sabía que tenía ganada de antemano para que él saliera de cara aunque la Virgen del Mercado tuviese que aparecer de culo. Y precisamente así –de culo– es como van quienes creen ser sus palmeros y llevan el peloteo al paroxismo, como si esos metros de puja fueran tan vitales como los proyectos que –tras años en el cajón– ven la luz por temor a que el sentimiento leonesista le ponga la cruz en la Junta.

No son los únicos que se están dando cuenta y buscan ya fórmulas para virar en su discurso pese a que quizá sea demasiado tarde, porque ya no engañan a nadie por mucho que repitan como el muñeco de un ventrílocuo que con ellos y su socialismo prostituido –hasta el punto de perdonar sin dolor de los pecados ni propósito de enmienda– nos va requetebién.

Se fueron a la ribera del Órbigo, porque no son muy de calle y prefieren evitar que alguien se atreva a ponerles la cara colorada. Aspiraba su líder entrar en Carrizo igual que Jesucristo en Jerusalén y así parecía que había sido si nos fijamos en sus enredos sociales. Ya se había ocupado de que los principales alcaldes, entre los que no goza de mucho predicamento, no pudieran asistir por ser Domingo de Ramos, pero no faltaron voces que le advirtieron de que, aunque hoy se crea el Mesías, en cuatro días puede ser el borriquillo. 

Lo más leído