León provincia, 238; La Bañeza, 0. No son los resultados de un partido, sino los Bienes de Interés Cultural de León versus los de La Bañeza. En realidad, que un edificio esté protegido como BIC no significa nada. La Torre de Fresno lleva protegida desde los años 40 y se está cayendo. Pero, al menos, podemos utilizarlo para presionar a los políticos. En mi ciudad-pueblo el patrimonio ha ido desapareciendo a velocidad vertiginosa. Claro, dirán, los desmanes del desarrollismo de los 70 y 80. Pues no, porque en los últimos años ha seguido desapareciendo. No hemos aprendido nada. Patrimonio no son solo las iglesias, también los restos de una actividad industrial: silos, antiguas boticas, bodegas, casas tradicionales. Recientemente cerró la harinera, un edificio de los años 30 frente a la estación. ¿Qué le espera? Supongo que la pala excavadora. ¿Alguien se ha preocupado por, al menos, documentar el edificio? No.
Pero no es solo culpa de la Administración, esto es como Fuenteovejuna: los culpables somos todos. Todavía recuerdo como la ermita de la Piedad, del s. XVIII, fue demolida por sus propietarios con nocturnidad y alevosía. ¿Para qué? ¡El solar que hay en su lugar lleva más de 30 años vacío! Este verano se quemó una ferretería centenaria y maravillosa. ¿Por qué? Porque no había parque de bomberos.
Es una mezcla de catetismo generalizado, avidez inmobiliaria y desidia.
Ahora tenemos una iniciativa brillante: Antonio Colinas ha donado al pueblo de La Bañeza sus manuscritos, su colección de primeras ediciones firmadas y sus archivos. Para que sea cuidado y depositado en la Casa de la Cultura, hoy Museo de las Alhajas –una casa donada por su dueña, Doña Josefina, al pueblo–. La idea es fundar la Casa de la Poesía, un lugar de estudio e intercambio cultural, un lugar donde se muestre y se escuche poesía.
Esto se anunció el pasado enero. Ha transcurrido un año y no se ha inaugurado. Deberíamos estar matándonos por sacarlo adelante, organizando cursos, pregonándolo a los cuatro vientos. ¡Antonio Colinas! Uno de los escritores más reconocidos y laureados nos ha regalado una colección con ofertas de la Biblioteca Nacional, la Universidad de Salamanca y la de Valladolid. ¡Y nosotros la tenemos olvidada!
Igual es que yo no entiendo cómo funcionan las cosas, igual es que soy rara, pero me parece un despropósito. Incluso desde un punto de vista empresarial: como si nos sobraran iniciativas culturales, visitantes o industria para despreciar esta propuesta. Yo solo pido que el Nuevo Año traiga espíritu emprendedor a nuestros pueblos. Les traiga cordura a los políticos. Y nos traiga a todos amor a nuestra tierra y a nuestro patrimonio. Amén.

Credo del Nuevo Año
28/12/2018
Actualizado a
18/09/2019
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