Hoy, cuando esto escribo, es el Día de la Paz. Celebrado sólo en los colegios. Los niños habrán estado recortando palominas a lo largo de la semana, para pegarlas en las ventanas; cantarán y algún profe buenista hablará sobre este asunto. Buenas intenciones que de poco sirven porque los niños de hoy, mañana serán hombres y no necesariamente mejores. Ahora entiendo las pinturas de Kaláshnikov que extrañamente, lucían en los muros del C.P. Luis Vives. Ya lo dijo Julio César: «Si vis pacem, para bellum» (si quieres la paz prepárate para la guerra). Pero dejemos en paz al mundo escolar que bastantes problemas tiene.
Hablemos del golpe de estado que amenaza a España. El perfil es perfecto y no le falta nada. Control y censura de los medios de comunicación; negociaciones ocultas; una ministra Teresa Ribera, que desacredita a un magistrado; los separatistas y terroristas de ETA que hoy por hoy, siguen siendo delincuentes; unas leyes inventadas, de gran utilidad, para que los delincuentes se amnistíen a sí mismos.
Nunca el Mundo ha estado más herido y amenazado por los conflictos bélicos, a los que no podía ser ajena la soberbia del presidente Sánchez, vendiendo armas a Ucrania, para alargar el conflicto, aunque parte de su gobierno y los separatistas catalanes sean rusófilos.
Como en los cuentos de hadas y madrinas, todo, todo, le será concedido al enemigo público número uno, Puigdemónt, que un día de estos, mandará en España y seguirá conspirando con Putin, para socavar el Estado con la financiación y apoyo militar que ha solicitado del mandatario ruso. Un delito de Alta Traición que, en nuestro Código Penal, supone una pena de 15 a20 años de prisión, que no veremos. Enfrente está EEUU, que ya ha detectado la existencia de «La trama rusa del proceso», y lo que ello implica para su seguridad en un gobierno plagado de comunistas.
La mejor solución sería cumplir la ley y encerar al prófugo y su entorno. Aunque desde el PSOE nos digan que este chanchullo es un pacto, el hecho es que se trata de un timo en toda regla. Toda una nación por 7 miserables apoyos para el felón. Y cuatro años de poder absoluto para los súbditos, cuyas consecuencias no nos atrevemos a adivinar.
Sin duda, la tragedia que mañana sacudirá a España resquebrajará los cimientos de la democracia.
Aquí acaba la columna y te recomiendo que no sigas. Si así decides –aviso– diré la grosería que vulgarmente, se dice en León, para estos casos: «El que tiene el culo arrendado…». Pues eso.