Ha corrido noticioso esta última semana como la pólvora y alcanzado gran protagonismo en prensa, radio y televisión, Brahim Abdelkader Díaz, un malagueño de madre española y padre marroquí, actual futbolista en las filas del Real Madrid. Se trata de un joven de 24 años, blanco de todas las miradas y opiniones al decidir renunciar a España y fichar por Marruecos en el arte de dar patadas a un balón en competiciones internacionales.
Antes de opinar sobre este asunto, conviene hacer un breve repaso de la trayectoria futbolística de Brahim. Ya desde los seis años de edad destacaba como jugador de fútbol en divisiones infantiles, llamando la atención del clubs como el Fútbol Club Barcelona o el Real Madrid. Con doce a años cumplidos, el Barça estuvo a punto de ficharlo, pero finalmente la operación no se hizo efectiva, debido a que el Málaga, el club al que pertenecía, no consiguió su exigencia de embolsar 300.000 euros, más otros 4,5 millones en variables por el traspaso.
En diciembre de 2013, el Manchester City se interesó por él y aceptó las cláusulas exigidas por el club malacitano. Este fichaje permitió a Brahim debutar como profesional el 21 de septiembre de 2016 con 17 años y 49 días. En dicho club continuó jugando durante las temporadas de 2016 hasta 2019, año en que fue fichado por el Real Madrid por 17 millones de euros más 7 en variables. No obstante, dada su juventud, el club merengue optó en septiembre de 2020 cederlo al Milan, con prórroga de dos temporadas más en julio de 2021, acordando con el club italiano la compra en 22 millones de euros y guardándose el club merengue una opción de recompra por 27.
Es un tanto curioso que en esos pasos por distintos clubs, Brahim se haya convertido, pese a su adolescencia, en el tercer futbolista de la historia en ganar la liga en España, Inglaterra e Italia, tras Cristiano Ronaldo y Danilo.
Con España, Brahim ha jugado seleccionado en los equipos sub-17, sub-19 y sub-21. El l8 de junio de 2021 hizo su debut en la absoluta, siendo autor de uno de los 4 goles que España le endosó a Lituania en un partido amistoso.
Volviendo a la actualidad, es preciso decir que antes de la decisión de jugar con Marruecos, Brahim ya había rechazado un par de veces la oferta marroquí de integrarse en su selección. Hacerlo ahora resulta, en principio, un tanto chocante, si consideramos a Marruecos como una selección inferior, aunque en el último campeonato del mudo eliminase a España por penaltis, llegando incluso a jugar las semifinales de ese campeonato.
¿Qué es lo que ha llevado, pues, a Brahim a optar por Marruecos en vez de La Roja? Pues, en mi opinión, por no ser para el seleccionador español Luis de la Fuente pieza fundamental para su equipo, teniendo en cambio todas las garantías de titularidad con Marruecos. Sirva también como dato importante, que la titularidad tampoco la tiene en el Real Madrid. Y todo, además de la “pasta” (aspecto que en este caso desconozco si existen cifras diferenciales), por lo que le es más importante para un jugador de fútbol: poder jugar. Y eso no lo tenía asegurado en la selección española y sí lo tiene en la marroquí.
La llegada de Brahim a Marruecos está siendo allí apoteósica sobrepasando lo puramente futbolístico. Es como si hubiera llegado El Mahdi, ‘el Guiado’, especie de Mesías descendiente de Mahoma en la religión musulmana, que vendrá a la Tierra antes del fin del mundo a liderar a los musulmanes a gobernar el mundo. Brahim es, pues, algo así para el exaltado futbolero marroquí, El Mahdi decisivo para triunfar.