Nos encontramos ante un momento muy complicado. España se quema por todos lados. Ya no lo digo simplemente por la situación política en la que se encuentra el país, sino la situación general que estamos viviendo.
El domingo, los medios de comunicación empezaron a dar noticias de lo que estaba sucediendo en el norte. Galicia ardía entre llamas. Más de 80 incendios en menos de 24 horas habían arrasado una gran parte de la zona, una zona que debería ser verde y azul, pero nunca negra.
Y dijeron que ardía, por no asustar a la población, pero en realidad la habían quemado. Como si no hubiesen suficientes problemas ya. Un fuego intencionado. Un fuego provocado por una acción humana. Un fuego infinito que había nacido en una mente diminuta.
¿Qué nos esta pasando? No hace falta llegar a tal extrema y horrorífica situación para conocer que por suerte, queda un poco de humanidad en el mundo, que permite buscar una pequeña solución a todo esto. Gente que ofrece comida, agua, refugio y ayuda a todo aquel que lo necesite. Esta es la gente que me hace recordar que todavía queda un poco de esperanza y de ganas de vivir en este planeta tan loco. Gracias.
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