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40-9 y Zamora de portero

21/02/2024
 Actualizado a 21/02/2024
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Creo que se me ha ido la olla porque mi intención no era hablar de política ni de Galicia, ya todo está dicho.

Entre toda esta baraúnda como son los medios de comunicación, he encontrado una noticia alentadora para la cultura y la vida de los pueblos. En una pequeña localidad de Burgos, Cilleruelo de Abajo, se ha recuperado el antiguo cine que llevaba cerrado varias décadas. Como tantas otras salas heroicas de nuestra Provincia, que caminan sobre el filo de la navaja.

Este hecho tan insignificante es como un balón de oxígeno y esperanza en el futuro de la gran pantalla; cuando lo que veo a mi alrededor, parece ir en sentido contrario.

Desde guaje, le debo muchos buenos momentos al cine. En mi pueblo había dos: El Parroquial, para los niños y el de César adonde iban mis padres y los adultos. Pero ya en la capital, la cantidad de cines me fascinó. Los domingos solíamos ir los amigos y amigas. En esos casos, aviesamente, nos instalábamos en la “fila de los mancos”. Pero casi nunca funcionaba y entre escarceos y estátequietos, te perdías la película.

Había muchas salas y muchas he visto desaparecer. El Mary, de sesión continua, donde echaba tardes enteras. Veía la primera película, la segunda y otra vez la primera. ¡Qué vicio! El Azul, Condado, Trianón, Crucero, Ventas, Lemy y… El Teatro Emperador, que es una espina clavada en el prestigio de esta Ciudad. Primero fue privado, luego estatal y municipalizado. Hoy difunto. Es como la falsa moneda que de mano en mano va y ninguno se la queda. Existe una asociación de Amigos del Emperador, pero nada se mueve. O los amigos aprietan poco o el Ayuntamiento no tiene suficiente sensibilidad. Posiblemente León sea la única ciudad de esta autonomía que carezca de Teatro, mientras Valladolid nada en la sobreabundancia.

El primer teatro –que no conocí– estaba en la Plaza de San Marcelo, junto a la mezquita de Benimea; se llamaba Principal y hoy son oficinas municipales. Un caso paralelo, pero con final feliz, es el teatro de Burgos también llamado Principal. A punto estuvo de ser convertido en oficinas municipales, pero los burgaleses se plantaron y el alcalde dio marcha atrás. Hoy es teatro, biblioteca, salones para conferencias… un foco cultural.

«Video Killed the radio star» cantaban los Buggles; pero no fue así porque la radio es muy dinámica y muy cercana, salvo algunas cadenas con intereses espurios. Si algo he de reprochar –que para eso escribo– es el exceso de información futbolística. 

Lo que sí daña al Séptimo Arte es la tv, con sus programaciones tan vulgares, zafias y vendidas a las subvenciones que llegan de arriba. Las plataformas de cuarto de estar, tipo Netflix y otras varias. De todas formas. No hay excusa para no acudir al cine que, además de entretenimiento y evasión es una opción personal con muchos aspectos culturales y sociales.

Siguiendo con música, Luis Eduardo Aute cantaba «Más cine por favor». Joaquín Sabina lamentaba la reconversión del ‘Roxy» en una sucursal bancaria. Y Los Cardíacos, en sus ‘Noches de Toisón’ enfocaron el problema: «Salid a la calle, no pringuéis en casa…», pero algo falló porque todos están, para arriba y para abajo, en la Calle Ancha.

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