¿Nunca caminarás solo?
¿Nunca caminarás solo?
A LA CONTRA IR

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¿Nunca caminarás solo?
Ayer cumplía Santos el de Valverdín 102 extraordinarios años. Con buena salud y más que razonable lucidez.
Santos nos volvió a hablar de una historia que lleva en su maleta de recuerdos imborrables. Aquella de cuando escondió en su casa a un maestro de ideas diferentes a las suyas, pero entendió que merecía la pena jugársela por un hombre bueno. Con el tiempo fueron a buscar a Santos y salió del escondite el maestro para dar la cara por Santos, de ideas diferentes a las suyas.
Ése es el resumen que lleva Santos en su maleta de aquellos días tan duros para tantos. Y ése es el regalo que hace a quien le escucha, tal vez por ello ya merece la pena que lo siga contando otros 102 años.
Es la maleta que lleva Santos, pero hay otras muchas maletas, muchos más recuerdos, muchas más historias. El centenario no tuvo hijos pero le sobran sobrinos que han entendido la enorme bondad del paisano y no se separan de él, jamás caminará solo el bueno de Santos.
Me acuerdo de Santos cada vez que veo a un anciano solitario caminando solo, porque sé que también él lleva historias en su maleta que merecen compañía, que necesitan quién las escuche y las cuente.
Ahora que prometemos que nunca caminará solo a un equipo de fútbol, a un partido político, a un tertuliano hecho de citas de Google, a una petarda de debate e isla solitaria... ¿Cómo puede caminar solo el paisano?
Santos nos volvió a hablar de una historia que lleva en su maleta de recuerdos imborrables. Aquella de cuando escondió en su casa a un maestro de ideas diferentes a las suyas, pero entendió que merecía la pena jugársela por un hombre bueno. Con el tiempo fueron a buscar a Santos y salió del escondite el maestro para dar la cara por Santos, de ideas diferentes a las suyas.
Ése es el resumen que lleva Santos en su maleta de aquellos días tan duros para tantos. Y ése es el regalo que hace a quien le escucha, tal vez por ello ya merece la pena que lo siga contando otros 102 años.
Es la maleta que lleva Santos, pero hay otras muchas maletas, muchos más recuerdos, muchas más historias. El centenario no tuvo hijos pero le sobran sobrinos que han entendido la enorme bondad del paisano y no se separan de él, jamás caminará solo el bueno de Santos.
Me acuerdo de Santos cada vez que veo a un anciano solitario caminando solo, porque sé que también él lleva historias en su maleta que merecen compañía, que necesitan quién las escuche y las cuente.
Ahora que prometemos que nunca caminará solo a un equipo de fútbol, a un partido político, a un tertuliano hecho de citas de Google, a una petarda de debate e isla solitaria... ¿Cómo puede caminar solo el paisano?