Los albergues de León ofrecen ya más de 600 plazas pese a tener un aforo del 50%

El Camino de Santiago vuelve a retomar poco a poco su habitual trasiego. Aunque este mes de julio es el primero en el que oficialmente se puede hacer la ruta jacobea y los albergues y hostales ya están abiertos desde el día 1, el goteo de peregrinos va a más. No son esas riadas que desde el mes de abril o mayo se veían por todas las rutas que surcan la provincia, incluso por las calles de ciudades como León, Astorga o Ponferrada, pero ya se empiezan a ver después de cuatro meses sin actividad.Prueba de ello es que en la zona de León, desde Sahagún hasta el Órbigo, ya están 31 alojamientos abiertos, aunque 29 siguen cerrados a la espera de que se normalice la situación.

Estos 31 albergues tienen el aforo en la mayor parte de ellos al 50 %, aunque eso no evita que puedan dar cama a más de 600 peregrinos, por lo que el hospedaje está prácticamente asegurado para todos los caminantes y ciclistas que quieran emprender el Camino Francés, el de San Salvador u otro de los que recorren la provincia leonesa.

«Tanto en la Federación como en las asociaciones estamos trabajando para la reactivación del Camino», explica el presidente de la Asociación de Amigos del Camino de Santiago de León ‘Pulchra leonina’, Luis Gutiérrez Perrino, quien especifica que en toda la provincia «hay un albergue abierto por cada 20 kilómetros», por lo que se asegura la posibilidad de ir cumpliendo etapas a un ritmo normal sin el temor a quedarse sin alojamiento.

Pero también hay que tener en cuenta que los peregrinos deben ir reservando previamente para así asegurar que hay disponibilidad de cama y, sobre todo, que se puedan aplicar las medidas de protección sanitaria.

Ese está siendo uno de los quebraderos de cabeza más importantes, puesto que el transcurso por diferentes zonas hace que puedan contagiarse en lugares variados, aunque a la vez la menor afluencia de caminantes hace que el contacto con otros sea más esporádico.
«Hay lo que hay», resalta Gutiérrez Perrino, que recuerda que este año iba a ser «una prueba para el año santo compostelano», que se celebra el próximo ejercicio y normalmente suele ser un tiempo de mucha más afluencia que en otros veranos.

«Lo que tienen que hacer los peregrinos es tener una gran responsabilidad y prudencia, porque podemos estar informando y animando, pero les corresponde a ellos ser responsables», esgrime el presidente de la asociación leonesa, que resalta que tienen que llevar la mascarilla incluso en el Camino si van acompañados de otras personas que no sean las habituales.

Insiste además que ahora se tienen que cumplir los protocolos de seguridad para asegurar que no haya contagios durante los trayectos y, en especial, en los hostales y albergues, como es la necesidad de guardar las mochilas y las botas en bolsas, la higiene máxima y la utilización de las mascarillas, además del gel hidroalcohólico.

Hay que tener en cuenta además que no solo se han abierto los albergues de la provincia de León el pasado 1 de julio, sino que es una decisión común en todo el Camino, además de otras infraestructuras relacionadas con la ruta jacobea. También en Santiago de Compostela está disponible para el público tanto la Catedral como otros establecimientos y lugares turísticos, aunque a la capital gallega apenas llegan unos 600 peregrinos diarios, con muchos menos extranjeros que en años anteriores.