A comienzos del pasado año se contabilizaban en León 10.724 unidades empleadores, cantidad que se había reducido en 1.906 en el inicio del presente ejercicio. Un descenso del número de las unidades legales empleadoras, hasta las 8.818 en las fronteras provinciales, que en su inmensa mayoría corresponde a empresas con menos de cinco trabajadores. De este modo, el 94,2 por ciento de la pérdida del tejido empresarial leonés corresponde a estas micropymes que no superan la medio decena de empleos.
La supervivencia de las empresas es más probable a medida que se aumenta en la escala de asalariados. La veintena de empresas leonesas con más de 250 trabajadores se mantuvo intacta y solo se perdieron dos de las otras 54 que superaban la centena de empleos a comienzos del pasado año. En cuanto a las empresas de diez a 99 empleados solo se perdió durante el período de tiempo analizado un 3,1 por ciento de ellas.
Por lo tanto, fueron las micropymes, compañías con menos de diez asalariados a su cargo, las que concentraron la destrucción del tejido productivo en León durante el 2020. Con los datos del INE en la mano parece confirmarse que aquello de que 'a perro flaco, todo son pulgas' ya que si la provincia perdió 70 empresas de entre seis y nueve trabajadores fueron 1.796 las que desaparecieron y no superaban los cinco empleos.
Por sectores
Atendiendo a una división por sectores, basada en la Clasificación Nacional de Actividades Económicas (CNAE), se advierte que el comercio al por menor superó en el período estudiado a los servicios de comidas y bebidas como principal actividad de la provincia. El número de minoristas se redujo de 1.643 a 1537 unidades legales empleadoras, una cantidad superior a las 1.462 empresas de alimentación y bebidas que quedaban en León a comienzos del presente ejercicio. Una supervivencia empresarial 11 puntos inferior en este último ámbito productivo que justifica el 'sorpasso' de los comerciantes minoristas como el epígrafe de CNAE predominante en León. Igualmente, las empresas vinculadas al sector de la construcción también sufrieron de manera importante los efectos de la crisis.
Los datos publicados por el INE ponen de manifiesto que las empresas que prestan servicios de deporte y entretenimiento, las del ámbito de los espectáculos o las dirigidas a la confección de prendas textiles son algunos de los sectores que han perdido un mayor porcentaje de sus empresas. En todos ellos, en los nueves primeros meses de 2020 desaparecieron en torno a un tercio de sus unidades legales empleadoras.
Menos autónomos
Las estadísticas de la 'Coyuntura demográfica de empresas' también ponen de manifiesto que uno de cada diez trabajadores autónomos de León se dieron de baja en el primer año de la pandemia del Covid-19. La provincia perdió 3.469 de estos cotizantes.
De este modo, los efectos de la crisis económica derivada del coronavirus hicieron que el número de autónomos se redujese hasta los 26.346 en la provincia. La sangría de autónomos se acentuó especialmente en los menores de 30 años. Uno de cada cuatro jóvenes que habían emprendido como autónomos se dieron de baja a lo largo de 2020.
Estos nuevos datos publicados por el INE ponen de manifiesto el golpe que ha supuesto el coronavirus para la, ya de por sí, diezmada economía leonesa. La desaparición de más de una de cada cinco micropymes y de uno de cada diez autónomos, dos ámbitos fundamentales en esta provincia, prueban este efecto devastador de la pandemia y de las restricciones derivadas de ella sobre el tejido productivo de León.
